Sara García Villa, Paco y Rubén Nieto, estudiantes de doctorado de la Escuela Politécnica Superior de la UAH, ya han fabricado cuatro prótesis desde mayo del pasado año, señala la UAH en un comunicado.
Las llaman ‘trésdesis’ porque están impresas en 3D, y se ajustan a la última articulación que tenga cada usuario -muñeca, codo u hombro-.
Estas prótesis no permiten al usuario, por ejemplo, coger elementos grandes o pesados, pero sí les proporciona un apoyo para tareas de agarre o sujeción antes imposibles, lo que sirve para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por una amputación de brazo.
“Pensamos: si tenemos los medios suficientes y nos sobran ganas, ¿por qué no aprovechar el tiempo que pasamos en la Universidad para ayudar a todas las personas que podamos?”, señala Rubén Nieto, uno de los colaboradores de Ayúdame3D y aficionado a las impresoras 3D desde 2013.
Los tres estudiantes de la Universidad de Alcalá empezaron a mirar proyectos en los que pudieran involucrarse como voluntarios, y tras conocer Ayúdame3D y los modelos de ‘trésdesis’ que habían creado decidieron enviar una solicitud para ser ‘Helpers3D’.
La intención de Ayúdame3D es que las ‘trésdesis’ -destinadas a personas que no pueden acceder a otro tipo de prótesis más sofisticadas y muchísimo más caras, a un coste cero para ellas- sean lo más baratas posible, y que los elementos con los que están fabricadas puedan ser fácilmente sustituibles.
Para su fabricación emplean filamento de plástico del tipo PLA -más fácil de imprimir-, gomas como las que se usan en ortodoncia, hilo de pescar -que actúa a modo de tendones-, acolchado de espuma o similar recubierto con cintas de kinesio para evitar molestias y rozaduras, velcros y cintas para que la persona que ha solicitado la prótesis se la pueda colocar y, en ocasiones, tornillería.
Una vez que los ingenieros las montan, los voluntarios se aseguran de que funcionan correctamente y gestionan el envío al destinatario a través de una empresa de mensajería.
“Cuando llega al destinatario, se ponen en contacto con la asociación y les indican cómo ponerla, quitarla, etcétera”, indica Nieto, que añade que en ocasiones reciben un pequeño vídeo probando la prótesis.
“Ese es el momento más emotivo para nosotros porque vemos que el material, tiempo y cariño que hemos dedicado a crear la ‘trésdesis’ ha servido para cambiar la vida de una persona”, añade.
Ayúdame3D gestiona peticiones procedentes de todo el mundo y las reparte entre los 50 voluntarios que ya ayudan en la fabricación de las prótesis en más de 35 países.
Estrella Digital