La mayoría de estos accidentes mortales (542) se produjeron durante la jornada de trabajo y el resto (153) «in itinere», es decir, de camino o de vuelta a éste.
La mayor parte de los trabajadores fallecidos durante 2019, 621, eran asalariados, un 10,8 % menos, y el resto, 74, trabajadores por cuenta propia, una cifra que no puede compararse con la de años anteriores, ya que éste es el primer ejercicio en el que se recogen todos los datos del colectivo tras la modificación de las cotizaciones.
Entre los asalariados fallecidos durante la jornada de trabajo -un total de 475, 443 hombres y 32 mujeres-, la principal causa de muerte fue natural, como infartos o derrames cerebrales, con 194 casos, seguida de accidentes de tráfico (84), ambos con descensos frente a 2018.
Los servicios concentraron 228 de los accidentes mortales en el trabajo de salariados en el año; la construcción, 99; con el mayor incremento; la industria, 103; y el agrario, 45.
Además, los asalariados sufrieron 146 accidentes mortales durante su trayecto al trabajo, la mayoría por accidentes de tráfico (124).
Por lo que respecta a los autónomos, la mayoría de los accidentes mortales se produjeron durante la jornada de trabajo (67) y solo 7 «in itinere».
En el año se produjeron 635.227 accidentes con baja laboral, un 5,4 % más, la mayoría durante la jornada laboral (549.569) y el resto, «in itinere» (85.658).
Los asalariados tuvieron la mayoría 600.622 de estas bajas, de las que 517.404 correspondieron a accidentes durante la jornada de trabajo, la mayoría leves.
Las causas más comunes fueron el sobreesfuerzo físico, golpes o choques contra objetos en movimiento, mientras que las actividades con mayor número de accidentes fueron la industria manufacturera, el comercio y la construcción.
Estrella Digital