Aunque «siempre es buen momento» para empezar a llevar una vida más sostenible, el actual estado de alarma ofrece «algo más de tiempo» para adoptar en casa esos «pequeños hábitos» diarios que «contribuyen enormemente a la sostenibilidad», ha explicado el educador ambiental Javier Clemente.
Clemente es el responsable de ‘Todos somos Reciclaje’, un proyecto de divulgación de redes sociales que pretende «acercar al gran público el desarrollo sostenible y la economía circular» a través de consejos e información referente a «las ventajas y los beneficios de la correcta gestión de los residuos».
RESIDUOS SANITARIOS
En plena crisis sanitaria «es muy importante que tener claro dónde va este tipo de residuos» pues al intentar contrarrestar los problemas generados por la pandemia, a menudo «no nos paramos a pensar en la cantidad de desperdicios sanitarios fabricados con plástico que estamos generando».
Un «error habitual» es confundir el contenedor amarillo con el del plástico, por lo que «una gran cantidad de artículos sanitarios» como mascarillas y guantes acaban en el contenedor de «basura normal», aunque deben depositarse «en el de fracción resto».
CONSUMO RESPONSABLE
Para empezar a consumir de forma eficiente «lo primero es cambiar la mentalidad y evitar el desperdicio alimentario y las compras compulsivas», ha asegurado Clemente, quien cree que es necesario extender esta actitud al «uso eficiente de la luz y el agua» en el hogar.
Se trata de consumir «de forma preventiva» ya que «el mejor residuo es el que no se genera», por lo que es preciso distinguir «reutilizar y reciclar, que son actitudes correctivas, de reducir, que es lo mejor».
REUTILIZAR ROPA
La reclusión es «una oportunidad para fomentar la reutilización de la ropa que no usamos», ha explicado Cristina Muñoz Sánchez, coordinadora de Comunicación corporativa de Ecoembes, la organización encargada del reciclaje de envases domésticos en España.
Si las prendas viejas ya no sirven para vestir, pueden reciclarse para «confeccionar fundas para cojines, hacer trapos para limpiar o incluso crear una bolsa de la compra sostenible con unos pantalones en desuso», entre otras ideas de segunda vida del fondo de armario.
RECICLAJE INFANTIL
También es buen momento para educar a los pequeños de la casa en hábitos ecológicos relacionados con las tres erres: reducir, reciclar y reutilizar.
«Podemos convertir residuos en juguetes» a través de juegos y manualidades, por ejemplo creando «marionetas con calcetines y botones» o construyendo «castillos de papel higiénico», ha sugerido Muñoz.
EMBALAJES SUCIOS
Aunque no hace falta entregar un envase impoluto «porque el proceso de reciclado incluye etapas de lavado», esta especialista precisa que «se debe entregar lo suficientemente limpio para evitar exudados que puedan contaminar el resto de materiales del contenedor».
Así, «las partes de las cajas de pizza manchadas de aceite no se pueden reciclar en el contenedor azul» ya que al estar sucias «deben depositarse en el de resto».
ESPACIO OPTIMIZADO
Muñoz ha recomendado habilitar, dentro de lo posible, «un espacio de reciclaje en casa con diferentes cubos o bolsas para separar residuos» con más comodidad» e irlos llenando con los envases «compactados o aplastados» para ahorrar espacio e incrementar la eficiencia de los puntos de reciclaje.
De la misma opinión es Clemente pues, «al meter más cantidad de residuos en un mismo espacio», su gestión será mejor ya que «cabrá más también en el camión» y eso redundará en otro efecto positivo: «reducir las emisiones de gases contaminantes» vinculadas al transporte.
En ese sentido, la experta de Ecoembes ha querido agradecer «la valiosísima labor» de administraciones locales y gestores de residuos en general para asegurar el servicio de recogida «en estos momentos de situación excepcional».
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