La COVID-19 ha hecho que más de la mitad de la humanidad se quede en sus casas, que los viajes cesen y que muchas fábricas paren. «Este frenazo de la economía nos da una oportunidad única: decidir cómo queremos volver a reactivarla», precisan los responsables de The Climate Reality Project en una nota de prensa.
«O actuamos de forma decidida, conjunta e inteligente, o esta crisis sanitaria será una broma en comparación con la que el clima está provocando y que se puede descontrolar en pocos años», afirman.
En primer lugar, la iniciativa ambiental, que incluye a voluntarios que pretenden concienciar de la sostenibilidad y el cambio climático, pide poner un precio al carbono, de modo que cada en servicio o producto se dé información sobre la huella o impacto climático causado por la producción y transporte y que se incluya como parte del precio para impulsar producciones más sostenibles.
Asimismo, insta a apoyar las energías renovables y agilizar el cierre de las energías fósiles y potenciar el autoconsumo.
También, urge a impulsar una movilidad no contaminante basada en el transporte público eléctrico, la bicicleta y vehículos de uso compartido y facilitar el acceso al coche eléctrico, además de sustituir parcialmente el transporte por carretera por el tren e impulsar los camiones con pila de hidrógeno o eléctricos.
Además, propone impulsar la biodiversidad, la agricultura sostenible y la soberanía alimentaria para producir en el país y evitar el transporte de mercancías.
También, a apostar por las inversiones relacionadas con el agua, la economía circular, las ciudades y la industria sostenibles y el turismo circular que mejore el entorno.
Estrella Digital