Fabra ingresó el pasado 17 de marzo en el hospital tras presentar síntomas asociados con la enfermedad y dar positivo en COVID-19, donde su estado empeoró y llegó a pasar dos semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos, si bien desde el pasado 8 de abril estaba ya en planta.
El expresident, de 56 años y que cumplirá ahora la última etapa de su recuperación en su domicilio, ha reiterado en un comunicado su «infinito agradecimiento» a la «extraordinaria avalancha de muestras de cariño, respeto y buenos deseos» que ha recibido durante todo este tiempo y a los profesionales médicos» de Castellón, «los héroes de esta pandemia», tras ver en primera persona «cómo se vuelcan en el cuidado de los pacientes, luchando junto a ellos».
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