En un comunicado, los neurólogos recuerdan que desde que comenzó la emergencia de la COVID-19 «se ha prohibido la visita de familiares a estos centros con la intención de impedir o dificultar la transmisión del virus», una medida que ven «lógica» dadas las características de este coronavirus.
Sin embargo, la organización sostiene ahora que «con las debidas medidas de protección» se debería poder permitir a los allegados «visitar y acompañar a su familiar agonizante una vez que el centro les avise de que el residente está en el final de su camino vital y no tiene sentido derivarlo a un hospital».
«En estos casos, habría que garantizar las medidas de confort necesarias para una muerte plácida, y eso incluye la presencia de los familiares, a los que esta despedida ayudará a gestionar el duelo ante la pérdida de su ser querido», indica la nota de prensa.
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