jueves, noviembre 21, 2024
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Investigan el peso del confinamiento en el consumo de alcohol y psicofármacos

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Actualmente, el estudio está en fase de trabajo de campo mediante la encuesta https://ir.uv.es/vFH9PIZ, avalada y financiada por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD) del Ministerio de Sanidad, según informa la institución académica en un comunicado.

Con el trabajo “Impacto del confinamiento por pandemia de COVID-19 en el consumo de alcohol, benzodiacepinas y analgésicos opioides” se quiere ampliar la información existente sobre los hábitos de consumo de drogas durante el aislamiento social por la pandemia y, además, permitirá utilizar estrategias de salud pública en respuesta a la COVID-19.

El objetivo es conocer la relación entre el estrés y el consumo de drogas en pacientes sin dolor, y, por otro lado, el efecto en los pacientes con dolor, según las fuentes, que añaden que estos, por la pandemia, pueden no haber controlado su tratamiento, haber visto incrementarse el sufrimiento y, por tanto, haber experimentado más riesgo al consumo de estas sustancias.

Además, durante el confinamiento, el miedo de los pacientes con dolor a acudir a los servicios sanitarios, o a la congestión de los servicios vinculados a las clínicas del dolor (anestesiología), ha generado estrés en muchos de ellos, y este factor puede haber incidido en el consumo o en la recaída en el consumo de determinadas sustancias consideradas como drogas.

“Es muy importante que todas las personas que lo deseen rellenen la encuesta, aunque no sufran dolor o no consuman alcohol o medicamentos para el dolor, a fin de que los datos puedan reflejar la realidad de nuestra sociedad”, ha destacado Lucía Hipólito.

La investigación forma parte del proyecto de investigación básica y clínica de la Universitat de València “Incremento en el riesgo de adicción a alcohol y opiáceos derivada de la presencia de dolor: estudios clínicos y preclínicos con perspectiva de género”.

En él, entre otros objetivos, se propone analizar si el correcto manejo de la situación dolorosa, con o sin opiáceos, impacta en el desarrollo del Trastorno por Consumo de Alcohol (TCA) y si este es predictor del desarrollo del Trastorno por el Consumo de Opiáceos (TCO).

Esta investigación también permitirá diseñar herramientas para discernir qué pacientes con dolor son más vulnerable a una potencial recaída, según las fuentes.

Lucía Hipólito, del Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica y Parasitología, también es directora del Laboratorio DOREAL de la Universitat de València, el cual estudia la relación entre dolor y adicción en el alcohol y a los opiáceos, así como la relación entre dolor y trastornos de ansiedad y estrés. 

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