Así se desprende de la Directiva de Política de Defensa, que publica el Boletín Oficial de Defensa (BOD) este jueves y desarrolla las directrices de la Directiva de Defensa Nacional, firmada por el presidente del Gobierno el pasado mes de junio.
Tras establecer los principales puntos de actuación en el interior y el exterior, la directiva subraya la “muy necesaria atención” a la mejora de las condiciones y calidad de vida de los militares, a su formación, preparación profesional y al impulso y continuidad de programas industriales que proporcionen capacidades “necesarias e innovadoras”.
Además, la promoción de la mujer se considera “de la máxima prioridad”.
El documento analiza también el contexto estratégico en el mundo para subrayar la importancia de tener en cuenta fenómenos como “los ciberataques, la militarización del espacio, las amenazas híbridas, incluida su componente de desinformación”.
También “el cambio climático, los fenómenos meteorológicos catastróficos, los desequilibrios demográficos, los movimientos migratorios descontrolados y las pandemias que “pueden tener un enorme impacto sobre el bienestar de los ciudadanos, sobre la estabilidad social y la seguridad internacional”, advierte.
El documento establece los objetivos de la política de Defensa y las directrices para planificar su consecución, entre las que destacan la necesidad de mejorar las condiciones de vida y trabajo del personal militar, especialmente Tropa y Marinería, y avanzar en la plena incorporación de la mujer a todas las actividades de la Defensa por medio de nuevas medidas de conciliación.
Para todo ello, el Ministerio requiere “unos recursos financieros razonables y un escenario presupuestario lo más estable posible”, de modo que no solo “atienda a las necesidades propias de ese servicio público, sino que contribuya a la innovación, el desarrollo tecnológico, la creación de empleo y la proyección de España en el mundo”, concluye el documento.
AM