A contar desde el 6 de julio, las familias disponían de 45 días establecidos para considerar justificada una ausencia de la residencia con derecho a reserva de la plaza.
En el día en el que ese plazo concluye, y frente al Ministerio de Sanidad, los manifestantes han reivindicado que la máxima autoridad sanitaria del país «tome cartas en el asunto de las residencias a nivel nacional» y que marque unas directrices «muy claras y muy concretas» a las autonomías para evitar contagios de coronavirus en estos centros de mayores, grandes focos del virus durante la primera oleada de la pandemia.
Javier Garzón, miembro de la Marea de Residencias, considera «perentorio y de máxima urgencia impedir que la Comunidad de Madrid siga obligando a las personas que consiguieron sacar a sus familiares de las residencias durante la pandemia a reingresar en la residencia bajo la amenaza de la pérdida de la plaza».
«Nos parece absolutamente indigno ya que la Comunidad de Madrid no puede garantizar la seguridad de los residentes», ha declarado a los medios.
Desde la Consejería de Políticas Sociales señalan que la norma de los 45 días se implantó en 1994 con el objetivo de que personas que se encuentren en lista de espera puedan acceder a una plaza pública.
Los días del estado de alarma no cuentan en este plazo al ser una causa de fuerza mayor, por eso empieza a contar desde el inicio de la fase 3 (6 de julio).
No obstante, explican las fuentes de la Consejería, «las familias pueden solicitar una ampliación y se estudiará cada caso».
Para Garzón, se trata de «una perorata más» de la Comunidad de Madrid: «No tenemos gente, estamos buscando rastreadores voluntarios ¿y se van a poner a estudiar cada ingreso? Por favor».
«Hasta que no termine esta crisis sanitaria dentro de las residencias no deben ingresar otra vez a las personas porque volverán a contagiarse y, de hecho, ya están los brotes en Madrid», sostiene María Jesús, miembro de la marea y de la Plataforma de Familias de la Residencia de Usera, donde reside su madre y perdió a su padre en marzo.
La Marea de Residencias, que ha marchado desde el Ministerio de Sanidad hasta el Congreso de los Diputados, ha coreado consignas durante el trayecto como ‘Ayuso dimisión’, ‘Es una urgencia salvar las residencias’, ‘Basta ya de maltrato institucional’, ‘Más dignidad, menos especular’, ‘Política social no es privatizar’, ‘Es fundamental contratar más personal’ y ‘Hoy por ellos, mañana por ti’.
Ya enfrente a la Cámara Baja han argumentado leer el manifiesto en ese punto porque «los diputados son los representantes de los ciudadanos, pero también de los partidos, y son estos partidos en cada comunidad los que llevan a cabo las políticas» sobre las residencias.
A continuación, han dirigido sus reivindicaciones y puntos de vista a la Consejería de Políticas Sociales.
«¿Existe un plan concreto para reforzar más personal sanitario y/o medicalizar las residencias a corto plazo, y, en especial, ante una posible ola del virus en otoño?», se han preguntado.
AM