Realizado por la consultora GAD3 y Empantallados, plataforma digital para ayudar a los padres a aprovechar la tecnología para educar, el informe muestra que el 85 % de los padres estima que para los adolescentes estar en redes sociales es importante para sentirse reconocidos y valorados.
El estudio, que se basa en una encuesta a 611 personas y en cuatro dinámicas de grupo con hijos adolescentes y padres, deja claro que cuando llega el móvil eclipsa a los demás dispositivos: la televisión ya no manda en los contenidos que ven los adolescentes, el ordenador queda relegado a las tareas escolares, la tableta se asocia a los más pequeños y las consolas, para muchos, se circunscribe al fin de semana.
Según los autores del estudio, resulta contradictorio que los padres consideren que la edad adecuada para tener un móvil son los 13 años y para abrirse un perfil en redes, los 15, ya que para un adolescente tener un móvil inteligente es sinónimo de estar en redes.
La mayoría de los padres piensan que, si privaran a su hijo de las pantallas durante un tiempo prolongado, les generaría aburrimiento, ansiedad o rebeldía, pero tres de cada cuatro creen también que encontrarían una alternativa.
La gran mayoría (ocho de cada diez) aplica alguna regla sobre el uso de pantallas, sobre todo fijar horarios (72 %) y restringirlas en determinados lugares y momentos (54 %), como la habitación o las comidas.
Para los padres y madres españoles, las pantallas ofrecen más oportunidades que riesgos (la valoración media es de 2,9 sobre 5), pero les preocupa la relación con desconocidos, el ciberacoso y el acceso a contenidos inadecuados.
El protagonismo de las tecnologías en la vida de los adolescente lleva a que muchos padres haya oído a sus hijos o a los amigos de sus hijos decir que quieren ser «youtuber» (41 %), «gamer» (37 %) o «influencer» (27 %). EFE
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M.M.