En una entrevista con Efe, el nuevo presidente de los infectólogos catalanes, que también es el jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas y coordinador COVID del Hospital del Mar de Barcelona, advierte de que aparecerán nuevas enfermedades mortales como la COVID porque los humanos no tendrán defensas contra los virus que las causarán.
«Deberíamos de haber usado mascarillas desde hace mucho tiempo«, según Horcajada, que pone como ejemplo los países asiáticos, «que ya aprendieron» que debían usar mascarillas para controlar las pandemias causadas por coronavirus cuando sufrieron la del SARS, hace casi dos décadas, diez veces más mortal para los infectados que la COVID-19.
Para el infectólogo, el SARS-CoV-2, virus que causa la COVID-19 y sus variantes, «se transmite superfácil» y «seguirá aquí años«, pero las vacunas son «la solución para convivir con la pandemia porque gracias a ellas bajará mucho el contagio, como ya se está demostrando en Israel«.
«El reto es vacunar al 70 por ciento de la población y tardaremos tiempo en tener todos los países y continentes libres de la pandemia, no sabemos cuándo, depende de las variantes del virus», agrega.
También reconoce que no ha pasado suficiente tiempo como para saber cuánto durará la inmunidad que proporcionan las vacunas contra la COVID-19 que se están suministrando ahora y si se deberá volver a vacunar contra el virus que lo causa en el futuro.
El jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar asegura que la COVID ha hecho «añicos» las previsiones de necesidades de camas y personal con que trabajaban hasta ahora los hospitales.
Dice que en su hospital, como en otros muchos, se han visto «desbordados» por el volumen de pacientes COVID y el servicio de enfermedades infecciosas ha necesitado «robar» muchos profesionales de otros servicios para que «nos echaran una mano», además de más camas y UCI.
En su opinión, no hay que justificar esta situación en que se trata de una excepción porque «tendremos constantemente oleadas y picos» y hay que dejar de «pensar que todo será igual y todo es previsible», como se ha hecho hasta ahora.
«Visto lo visto, en el futuro los hospitales deberán ser más flexibles» y tener «un buen departamento de enfermedades infecciosas», sostiene.
Para Horcajada, una de las «buenas noticias» es que este otoño e invierno no ha habido casos de niños infectados por el virus sincitial respiratorio y apenas hay casos de gripe, que tienen unos síntomas parecidos a la COVID, que hubieran hecho «muy dura» la situación en los hospitales.
El infectólogo afirma que no ha sido un efecto de las medidas contra la propagación de la pandemia, sino de «competitividad ecológica entre virus», en la que el de la COVID sale ganador.
En cuanto al resto de enfermedades infecciosas, explica que siguen con la misma incidencia que en años anteriores.
Para el nuevo presidente de los SCEIMC, que agrupa a unos 600 médicos, «tanto la infectología como la microbiología clínica saldrán reforzadas de la COVID».
Aun así, denuncia que «en todos los países de Europa la infectología es una especialidad de la medicina, excepto en España y Luxemburgo, donde han denegado que sea una especialidad durante años«.
Horcajada asegura que, por este motivo, ante otros países de Europa «quedamos fatal» y avisa de que «sin residentes MIR la infectología puede morir» cuando se retiren los «infectólogos sin título», la mayoría médicos internistas que, como él, se han especializado en enfermedades infecciosas «por vocación».
Para Horcajada, «es vergonzoso que con lo que está pasando ahora con la pandemia, en España no se haya creado ya el título de infectólogo», por lo que conseguirlo es uno de sus objetivos como nuevo presidente de la Sociedad Catalana de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica.
Según el médico, tras 20 años reclamando que se cree la especialidad de Infectología, «todo está preparado y solo falta la luz verde» para crear el MIR de Infectología, que daría pie a que centenares de jóvenes médicos eligiesen esta especialidad, que los hospitales tuvieran Servicios de Enfermedades Infecciosas sólidos y que los pacientes recibieran «la atención que merecen». EFE
Matilde Pont Cullell