La APDHA ha querido saber dónde y en qué condiciones están las porteadoras después de que en diciembre de 2019 Marruecos cerrara la frontera.
El informe «Porteadoras: la feminización de la pobreza«, detalla el deterioro y las secuelas físicas y psicológicas de la violencia estructural ejercida contra ellas por España y Marruecos a lo largo de los años y, en particular, desde que se abrió el paso del Tarajal II, que reguló los horarios, los días, el tamaño y peso de los fardos, «pero olvidó lo más urgente, considerar a las porteadoras como trabajadoras transfronterizas y regular sus derechos laborales«, asegura la organización.
Miles de mujeres porteadoras, «sometidas durante años a vejaciones, abusos, trato degradante e incluso a acoso sexual por parte de los cuerpos policiales a ambos lados de la frontera», han sentido el «absoluto abandono» de las administraciones marroquí y española, que no han previsto alternativa real laboral alguna para ellas, por lo que han tenido que recurrir al cuidado de personas enfermas de covid-19 o a vivir de la solidaridad de sus vecinos y vecinas, según un comunicado de la APDHA.
Explican que se ha sometido a estas mujeres a un proceso de estigmatización por tener un trabajo desvalorizado socialmente, se las despersonaliza, se las criminaliza y no se las considera como trabajadoras, lo que ha permitido legitimar la violencia contra ellas.
Desde la organización denuncian que las administraciones les han puesto límites a su capacidad de decisión, que nunca las han tenido en cuenta para introducir medidas nuevas como la el uso obligatorio de carritos o la limitación de horarios.
Critican que se ha convocado a los comerciantes del Tarajal en Ceuta, a los órganos políticos, a los clientes de la mercancía en Marruecos, «pero jamás se las ha convocado a ellas».
Lamentan que a pesar de que en febrero de 2019, el Reino de Marruecos publicó un informe donde reconocía las vulneraciones de la frontera entre Ceuta y Marruecos, el Gobierno del Estado español han mantenido «conscientemente el silencio y la pasividad ante el recrudecimiento de las condiciones de la frontera«.
Relatan que el trabajo de las porteadoras mueve cantidades ingentes de dinero que benefician directamente a las arcas locales de ciudades autónomas, a los comerciantes ceutíes y melillenses, a los clientes marroquíes de la mercancía, a la red de distribución de mercancías, a la gendarmería marroquí -por medio de los sobornos-, entre otros muchos.
El informe resume más de nueve años de trabajo de seguimiento de la situación de las porteadoras en la frontera de Marruecos con Ceuta, y es la continuación del informe que la organización presentó en 2016, y que dio origen a la campaña #LaInjusticiaALaEspalda.APDHA da las . EFE
M.M.