Dos años después, la multinacional estadounidense ha vuelto a Barcelona, en la que es su tercera incursión en la ciudad, ofreciendo servicio de taxi, de coche compartido en colaboración con Social Car y toda la información del transporte público del área metropolitana de Barcelona en su aplicación.
Uber, que asegura que cuenta con la colaboración de unos 350 taxistas, ofrece por el momento servicio de transporte con taxímetro, a la espera de que el IMET le autorice a aplicar la tarifa T3, de precio cerrado por carrera.
La compañía defiende que su servicio de intermediación de taxis es «completamente legal», como dice el decreto 314/2016 de la Generalitat, que «establece claramente que para operar un servicio con taxímetro en Barcelona es necesaria una notificación previa, y no una autorización del Área Metropolitana de Barcelona (AMB)».
Sostiene, en este sentido, que las aplicaciones que ofrecen tarifa T3 tienen la obligación también de ofrecer el modo taxímetro, ya que es un derecho del pasajero poder realizar una carrera con este mecanismo de tarificación, pero no al revés.
El IMET, sin embargo, ha salido hoy al paso del polémico regreso de Uber a la ciudad y le ha advertido de que no puede trabajar en el área metropolitana sin ofrecer la tarifa de precio cerrado (T3).
El Instituto del Taxi ha pedido a los responsables de esta plataforma digital que comparezcan en su sede para verificar si cumplen la normativa, y ha recordado que se ha reunido en diversas ocasiones con la empresa para validar su plataforma, de acuerdo con la tarifa de precio cerrado, pero que este proceso aún no está completado.
En concreto, hay dos temas pendientes de resolver, señala el IMET, que tienen que ver con la garantía de la transparencia de la tarifa al usuario en relación con el kilometraje y el precio a pagar, así como con la identificación del taxi que ha realizado el servicio.
«Una vez modificados estos parámetros, el IMET dará por validada la tarifa de precio cerrado en la plataforma y Uber podrá operar como establecen las normas«, subraya el Instituto Metropolitano del Taxi.
El IMET, además, ha advertido a los taxistas de que están trabajando a través de la aplicación de Uber y que por ahora no están dando la opción de precio cerrado que se les abrirá un expediente informativo que puede derivar en una sanción por incumplimiento del sistema tarifario, infracción clasificada como grave que puede acarrear multas de entre 251 y 1.250 euros.
Los taxistas de Barcelona tampoco se han quedado de brazos cruzados ante el retorno de Uber y hoy mismo han convocado una marcha lenta para el próximo jueves a las 09:00 horas en Barcelona.
En una asamblea organizada en los alrededores de la estación de Sants, Élite Taxi, la asociación más representativa del sector del taxi en Barcelona, ha anunciado que la marcha comenzará en la Plaza España, transcurrirá por Gran Vía, pasará por la sede de la patronal Foment del Treball y acabará frente al Parlament de Cataluña.
“Exigimos a todos los partidos políticos que se posicionen a favor del taxi y de las instituciones”, ha declarado el portavoz de la asociación, Tito Álvarez.
El sindicato ha tachado de “traidores” a los taxistas que han decidido trabajar con Uber y ha instado a denunciarlos para “que todo el mundo los conozca”.
“Violar el régimen tarifario comporta multas de 2.000 euros y la retirada de la licencia”, ha añadido Álvarez, que ha advertido de que si Uber sigue operando en la ciudad «habrá guerra y no va a parar”. EFE
M.M.