La empresa Pastas Gallo están intentado desmentir un rumor que está circulando por redes sociales. Según la compañía no ha cerrado su fábrica barcelonesa de Granollers para llevársela fuera de Cataluña e instalarla en Andalucía, como afirman mensajes difundidos en WhatsApp y redes sociales que sitúan el supuesto nuevo destino en Granada o Córdoba, provincia donde se encuentra una de sus plantas.
Desde hace semanas circulan en Twitter, Facebook y WhatsApp distintas publicaciones en las que se afirma que esta compañía alimentaria ha cerrado su fábrica de Granollers para alejarla de la Cataluña gobernada por el independentismo e instalarla en territorio andaluz.
«Pastas Gallo cierra su fábrica de Granollers, una de las más modernas de Europa. Se largan a Córdoba y nadie en la Generalitat se pregunta por qué». Este es uno de los mensajes en castellano más compartidos en Facebook entre los que elogian a la empresa y lamentan la supuesta clausura de esa planta.
En sentido contrario, también ha sido muy difundido en WhatsApp y Twitter un texto en catalán crítico con la compañía, en el que se asegura que Pastas Gallo «ha cerrado en Granollers, ha despedido a los trabajadores y se ha instalado en Granada».
Tras recomendar consumir los productos elaborados por otra «fábrica de pastas» competidora en el cercano municipio de Moià «que trabaja muy bien», este mensaje en catalán concluye: «Defendamos nuestras empresas y que se jodan las que se marchan».
DATOS: En realidad, Pastas Gallo no cierra su fábrica de Granollers, que seguirá activa con 147 empleados, y solo dos trabajadores se trasladarán a Andalucía para incorporarse a la planta cordobesa de El Carpio, la única fuera de Cataluña, que pertenece a esta empresa alimentaria desde 1958, según los datos proporcionados a EFE por la compañía.
Además, frente a los mensajes virales que situaban en Granada ese supuesto futuro de la producción de pastas, el Grupo Gallo no posee ninguna fábrica en esa provicia ni en ningún otro punto de Andalucía aparte del municipio cordobés de El Carpio.
Pastas Gallo fue fundada en 1946 por José Espona a partir de la compra de una fábrica de harinas en Rubí (Barcelona) y en 1958 adquirió la planta cordobesa de El Carpio, que se transformó en una semolería y en la que actualmente trabajan 122 empleados.
EN OCTUBRE DE 2017 TRASLADÓ SU SEDE SOCIAL A CÓRDOBA
El Grupo Gallo sí trasladó en 2017 fuera de Cataluña, a este centro cordobés de El Carpio, la sede social de la empresa. Lo hizo quince días después del referéndum del 1 de octubre, al igual que otras muchas compañías, ante el escenario político de aquellas fechas.
La compañía, entonces aún propiedad de la familia Espona, explicó el traslado de su sede porque necesitaba «operar en un ambiente de estabilidad» y «de cara a garantizar la seguridad jurídica y los intereses» de consumidores, clientes, empleados y accionistas.
El grupo alimentario precisó entonces además que Gallo era una empresa familiar «en la que se respeta cada una de las opiniones y opciones personales, sin que ninguna de ellas nos represente».
Algunos de los mensajes sobre Pastas Gallo que se han viralizado en redes las últimas semanas aludían a ese traslado de la sede social. Y otros difundían la falsedad de que la empresa -controlada desde 2019 por el fondo de inversión Proa Capital- ponía fin a su producción en Cataluña tergiversando el alcance de un conflicto laboral que coincidió con las últimas elecciones catalanas.
SOLO DOS DE SUS 169 EMPLEADOS DE GRANOLLERS IRÁN A ANDALUCÍA
En vísperas de la jornada electoral del 14 de febrero, el comité de empresa de Gallo expresó su rechazo al plan de especialización de la producción que podía suponer el traslado de 37 de los 169 empleados de la planta de Granollers porque la fabricación de pasta seca iba a pasar a concentrarse en el centro cordobés de El Carpio.
Unos diez días más tarde, la dirección de la empresa y el comité cerraron un acuerdo para limitar el traslado a El Carpio solo a dos empleados, facilitar la salida con indemnización de otros seis y reubicar al resto de trabajadores afectados por la negociación dentro de Cataluña.
Trece de ellos permanecerán incluso en la propia fábrica de Granollers -12 en la división de Fresco y uno en la de Placas-, mientras que otros 14 se incorporarán a la planta de Ta-Tung (marca de platos orientales precocinados adquirida en 2020 por Gallo) en Sant Vicenç dels Horts, también en la provincia de Barcelona.
La estrategia de especialización de Gallo incluye una tercera fábrica en Cataluña, la de Esparreguera, igualmente en Barcelona, que se centrará en la elaboración de productos sin gluten.
Por tanto, Pastas Gallo no cierra su fábrica de Granollers ni prepara su traslado a Granada, donde no posee ningún centro. Y solo dos de los 169 empleados actuales de esa planta catalana se trasladarán a Andalucía para trabajar en la de El Carpio (Córdoba). EFE
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