Los diputados Joan Mena y Miguel Ángel Bustamante especifican en una proposición no de ley registrada para que sea debatida en la Comisión de Educación y Formación Profesional que esta actuación deberá hacerse “de forma coordinada con las comunidades autónomas y las administraciones educativas” y que su puesta en marcha servirá para “la mejora de la calidad de nuestro sistema educativo”.
Mena, portavoz del grupo confederal en la Comisión de Educación, advierte junto a Bustamante de que tras bajar las ratios en las aulas durante el curso 2020-2021 -una de las actuaciones más efectivas para luchar contra el Covid-19- la mayoría de comunidades autónomas han decidido no mantener esta medida de cara al curso que está a punto de comenzar, por lo que “la realidad en cuanto a ratios vuelve a la era prepandémica”.
Señalan que, además de su efecto positivo para luchar contra la pandemia, “permite una atención más personalizada que difícilmente puede darse con otros mecanismos, y ayuda a reducir el fracaso escolar en todos los niveles de la enseñanza”, además de lo que apuntan muchos estudios de que sirve también “para disminuir la tasa de repetición y el abandono escolar”.
“La reducción de las ratios -exponen ambos diputados y maestros de profesión- es una reivindicación del profesorado en todos los niveles educativos y, especialmente, en la educación infantil y primaria. No es extraño encontrar clases en las etapas de enseñanza obligatoria con más de 30 alumnos o, incluso, grupos de bachillerato que llegan a 37 alumnos, donde el profesorado dedica más tiempo a mantener el orden que a la enseñanza y el aprendizaje. En estas condiciones, atender a la diversidad y personalizar el aprendizaje es imposible”.
De la misma forma, Mena y Bustamante constatan que la media de ratios en España «incluye escuelas como las rurales, con muchos menos alumnos como consecuencia de la despoblación”, de ahí que la realidad sea que “en muchas ciudades, las ratios son mucho más elevadas y, sin duda, sobrepasan los límites para poder asegurar la calidad educativa”.
Recuerdan que en el pasado curso escolar la bajada de ratios fue “fácil de implementar” y se puede siempre que exista “voluntad política y mayor inversión en educación”.
Por ello advierten de que en lo que a España le queda “aún mucho recorrido para llegar a la media europea” en gasto educativo, ya que nuestro país es “el quinto que menos porcentaje del gasto público dedica a la educación, un 4 % del PIB, mientras la media de la UE se sitúa en el 4,7 % y en países como Suecia llega al 6,9 %”. EFE
A.M.