La industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta, en los últimos años ha multiplicado su producción para ofrecer nuevas piezas prácticamente cada quince días, una tendencia que se debe frenar. «El antídoto se llama circularidad, una manera de crear, de consumir y, fundamentalmente, de pensar».
Así lo dice el informe «Trasformación sostenible del sector textil» elaborado por Women Action Sustainability (WAS) y KPMG que este viernes se ha presentado en la pasarela madrileña en una rueda de prensa con el objetivo de concienciar de que «la moda rápida es veneno», según dice la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen.
Es imprescindible impulsar la transformación de un sector para que no solo sea más rentable, «sino para que esté alineado con una competitividad más justa», ha señalado la coordinadora del grupo de Transformación Social Women Action Sustainability (WAS) y directora de la cátedra de Transformación Social Competitiva UCM, Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Trasformar el modelo de negocio, reciclar textil, usar materiales sostenibles, trazabilidad de la prendas, disminución del uso del plásticos, contribución al desarrollo social, gestión eficiente del agua o promover la igual de género son algunos de los retos más urgentes que necesita el sector para ser más responsable con el medio ambiente.
El sector textil, en la actualidad, es responsable del 10 % de las emisiones de gases a nivel global, de la producción del 20 % del agua residual y del 30 % de los residuos plásticos de los océanos, «y eso convierte la moda en el segundo ámbito económico mas contaminante», ha recordado la periodista Charo Izquierdo.
La transición -señala el informe- hacia un modelo circular se considera el reto más importantes, ya que este patrón engloba varios de los desafíos actuales para el sector. Con la circularidad se hace frente al reto de reciclaje, el uso de materiales sonstenibles o la disminución de los residuos.
En los últimos años se ha incrementado el número de consumidores sensibilizados «con los impactos ambientales y sociales de los productos que se consumen», ha añadido el presidente de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid, Ángel Asensio, quien ha asegurado que «la sostenibilidad forma parte de la estrategia de negocio».
«La colaboración entre distintos agentes del sector es clave para superar varios de los retos, sobre todo para los más pequeños», ha señalado Pepa Bueno, directora ejecutiva de la Asociación Creadores de Moda España (ACME), quien advierte de que es fundamental crear sinergias y uniones de donde pueda salir una palanca de ayudas que consigan hacer el sector más fuerte.
Se insiste en la responsabilidad de los consumidores como actores del cambio, el consumidor final tiene la palabra, «o mejor dicho las palabras: reclaman, opinan, reflexionan, demandan, comparten y compran productos», ha señalado la socia de Sostenibilidad y Buen Gobierno en KPMG España Jerusalén Hernández, quien ha indicado que «el precio sigue siendo determinante a la hora de la compra».
La responsabilidad de la transformación del sector textil en continuo movimiento debe ser compartida entre consumidores, organizaciones e instituciones, de acuerdo con el informe.
La moda debe caminar hacia una cultura donde impere la cercanía y la sostenibilidad, hacia un consumo responsable que vele por los derechos humanos y por los recursos naturales.
Estrella Digital