El lobo dejará de ser especie cinegética a partir de mañana tras la publicación de la Orden que modifica el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE), con el fin de incluir a todas las poblaciones de lobo ibérico (Canis lupus) de España.
Dicha orden, publicada este martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y con entrada en vigor desde mañana 22 de septiembre, establece dos disposiciones adicionales: una de ellas referida a que la captura de ejemplares, fijada con anterioridad a la entrada en vigor de esta orden, podrá seguir aplicándose si cuenta con una autorización de las autoridades autonómicas.
Para ello es necesario, entre otras cuestiones, que no haya otra solución satisfactoria tal y como señala el catálogo de medidas de protección del ganado ante eventos de depredación del lobo publicado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).
Asimismo, se deberá justificar que la medida de captura de ejemplares no afecte negativamente al estado de conservación favorable de la especie y a la existencia de perjuicios importantes para el ganado en las explotaciones afectadas.
La disposición segunda añade que la estrategia de conservación y gestión del lobo en España será aprobada por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, antes del 31 de diciembre de 2021, y se publicará en la página web del Ministerio para la Transición Ecológica.
La orden ministerial ha recibido el aval del Consejo de Estado que, después de haber estudiado las alegaciones de conservacionistas y comunidades autónomas, ha considerado que la decisión de incluir al lobo en el LESPRE está suficientemente motivada y responde al principio de precaución, según fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Las mismas fuentes ha resaltado que el nuevo marco jurídico «unificará el nivel de protección de la especie en todo el territorio, así como las medidas preventivas, indemnizaciones y los mecanismos de control para evitar y paliar los daños por ataques a la ganadería extensiva».
Esta decisión cuenta con el respaldo del Comité Científico, que entiende que el estancamiento de la población de lobo ibérico en los últimos años y la congelación de su área de distribución -a pesar de la existencia de hábitats adecuados para su desarrollo más allá del noroeste peninsular-, se ha producido como consecuencia de la elevada tasa de mortandad no natural que soporta la especie.
Ante esta situación, es “necesario promover un cambio en el modelo de gestión que las comunidades autónomas afectadas han aplicado hasta la fecha”.
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