En rueda de prensa, Arroyo ha considerado que la cartelería que se puede ver ya en autobuses, taxis y mobiliario urbano de la capital burgalesa, «no pone en la diana sobre los consumidores directos de la prostitución y en los proxenetas».
Por eso, pide retomar la campaña municipal de 2019 que contó con el consenso de las asociaciones feministas y grupos políticos, que esta vez asegura que «no se ha buscado».
Aunque los dos ediles de Podemos apoyaron la declaración para erradicar la prostitución y la trata de Burgos, que aprobó el pleno municipal el pasado viernes a propuesta de PSOE y Ciudadanos y con la abstención del PP y Vox, la concejal de Podemos ha sostenido que la campaña «no responde al espíritu de esa declaración».
Arroyo se ha mostrado «indignada y escandalizada» por el contenido de la campaña, que atribuye al pacto de gobierno del PSOE con Ciudadanos.
En su opinión, se nota el «sesgo liberal» de la formación naranja a la hora de señalar a los máximos responsables de este problema social y ha sostenido que el PSOE debería ser más feminista.
La campaña municipal se basa en cuatro imágenes en las que se denuncia la complicidad con la explotación sexual, mostrando a un hombre que ve pornografía en una pantalla, la madre de una prostituta, la madame de un prostíbulo y un joven que ha presenciado una agresión sin denunciarla. EFE
Leed el recuadro pequeño por favor
Es lo más vomitivo que he leído en años
El ayuntamiento de Burgos del PP
hace una campaña contra la prostitución, culpando a las mujeres y a las madresEn vez de las mafias y los puteros pic.twitter.com/UagDfJMrs9
— Borde Woman (@Karmaleonic) September 21, 2021
A.M.