«España no tiene que pedir perdón» por su papel en América, «distorsionado por la propaganda», han coincidido varios especialistas en la presentación, este sábado, del documental «España, la primera globalización», un alegato contra la Leyenda Negra y que defiende la trascendencia histórica del Imperio español.
La idea de producirlo surgió de la «inquietud» que causó en su director, José Luis López-Linares, la obra «Imperiofobia y Leyenda Negra», de la historiadora y escritora Elvira Roca Barea (Universidad de Luxemburgo).
La película pretende «desbrozar una idea de la historia de España que nos han impuesto de alguna manera o que nos hemos creído» y «despejarla de mitos y de leyendas» por medio del testimonio de casi 40 historiadores y otros especialistas, ha explicado López-Linares en rueda de prensa.
Ha reconocido que su estreno en los cines españoles el próximo día 15 coincide por «casualidad» con la polémica política sobre la Conquista de México, aunque «contribuye a la promoción», ha bromeado.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, insistió este viernes en que se debería pedir perdón por la conquista española, aunque evitó polemizar sobre los comentarios irónicos que el expresidente del Gobierno José María Aznar hizo sobre el origen de su nombre y apellidos.
La voluntad es que la película se vea en todo el mundo y llegará a Bolivia el 11 de noviembre.
Roca Barea ha arremetido contra las «historias amputadas» y ha indicado que el documental busca despertar la curiosidad, explicar por qué hay 500 millones de hispanohablantes y acabar con los «agujeros negros de desconocimiento», como no saber que el aliado comercial más importante que China tuvo en el mundo fue la monarquía española.
En cualquier caso, «la historia del mundo no se puede explicar sin la historia de España», dice en el audiovisual la directora de la Real Academia de la Historia de España, Carmen Iglesias.
El documental explica el valor de las aportaciones científicas y culturales españolas en campos como el arte de la navegación y la cartografía, la primera circunnavegación o la conexión marítima entre Filipinas y México.
¿Pero a qué y a quién se debe el cuestionamiento creciente del papel de España?
«Es como una cortina de humo, quien está detrás es probablemente alguien al que no le interese que se analice su gestión o prefiere una distracción», ha comentado Adelaida Sagarra, profesora de Historia de América de la Universidad española de Burgos.
Según Roca Barea, «hay una política de Estado de muchos estados de dejadez absoluta, de falta total de interés por ofrecer una historia a sus ciudadanos que no les resulte vergonzosa».
«Hay que mantener la versión catastrófica -apuntó-, no 200 años, sino 500, los que sean necesarios porque estamos a salvo completamente de toda la responsabilidad de la catástrofe económica constante de Hispanoamérica, de la marginación de sus poblaciones indígenas y mestizas, la coartada perfecta».
Luis Ribot, catedrático de Historia Moderna de la UNED considera que se han interiorizado «excesivamente» por una parte importante de la historiografía española «todas estas críticas de la Leyenda Negra».
Y en esas «distorsiones» sobre los buenos y los malos, España ha perdido «casi todas las batallas de propaganda» y «muchas batallas diplomáticas», ha lamentado Ribot, que ha agregado que las conquistas han tenido multitud de «atrocidades y violencia» pero también cosas buenas.
Por todo ello, los procesos de petición de perdón pueden llegar «al infinito», por ejemplo sobre cuando los mexicas destruyeron a pueblos precedentes.
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