La investigación, realizada en múltiples hospitales de España también detectó un descenso del 27% en las colonoscopias: de las 24.860 pruebas diagnósticas realizadas en los últimos dos años, solo 17.337 se hicieron durante la pandemia.
Además, los que fueron diagnosticados con cáncer colorrectal entre el 15 de marzo de 2020 y el 28 de febrero de 2021 eran mayores que los del año previo a la pandemia, tenían síntomas más frecuentes y más complicaciones y presentaban un estadio más avanzado de la enfermedad.
Para los autores, este descenso es consecuencia de la suspensión de los programas de cribado y del aplazamiento de las investigaciones de colonoscopia no urgentes durante la pandemia.
Según el estudio, a través del cribado del CCR se identificaron menos cánceres en el periodo de la pandemia, sólo 22 (4,3%) casos encontrados en comparación con 182 (21%) en el año anterior a la pandemia, mientras que, a través de los síntomas, se diagnosticó a más pacientes (81,2% de los diagnósticos) en comparación con el año prepandémico (69%).
Para la autora principal del estudio, María José Domper Arnal, médico especialista del Servicio de Enfermedades Digestivas del Hospital Clínico Universitario y del Instituto Aragonés de Investigación Sanitaria (IIS Aragón) de Zaragoza, los resultados «son muy preocupantes», ya que no solo se diagnosticó menos durante la pandemia sino que además los diagnosticados «solían estar en una fase más avanzada y padecer síntomas más graves».
Según el estudio, hubo un aumento significativo del número de pacientes a los que se les diagnosticaron complicaciones graves -un signo de enfermedad en fase avanzada- con un incremento de síntomas como perforación intestinal, abscesos, obstrucción intestinal y hemorragias que requerían ingreso hospitalario, unos casos que antes de la pandemia representaban el 10,6% y que subieron al 14,7% durante la crisis.
Así, el número de cánceres en estadio IV diagnosticados aumentó durante el año de la pandemia, con un 19,9% de casos en estadio IV, en comparación con el 15,9% del año anterior.
«Aunque estas cifras se refieren a una población de 1,3 millones de personas en España, es muy probable que el mismo descenso en los diagnósticos se haya producido en otros lugares del mundo donde se interrumpió el cribado y se pospusieron las intervenciones quirúrgicas, especialmente en los países que se vieron muy afectados por la covid-19», opina Domper Arnal.
«El cáncer colorrectal suele ser curable si se detecta en una fase temprana. Nuestra preocupación es que estamos perdiendo la oportunidad de diagnosticar a los pacientes en esta fase temprana, y esto tendrá un efecto en los resultados y la supervivencia de los pacientes. Es probable que veamos esta caída en los próximos años», avisa la doctora.
El CCR (o cáncer de intestino) es la segunda causa de muerte por cáncer en Europa y el cáncer digestivo más frecuente: cada año se diagnostican 375.000 nuevos casos en la UE y se cobra la vida de más de 170.000 personas.
Desde la puesta en marcha de los programas de cribado, que ahora cubren a más de 110 millones de ciudadanos de la UE, Europa ha observado un descenso constante de las tasas de mortalidad por cáncer colorrectal.
Un reciente estudio mundial publicado en «The Lancet Gastroenterology and Hepatology» demostró una correlación entre la introducción de programas de cribado y la reducción de las tasas de mortalidad por CCR, lo que respalda los beneficios de las intervenciones eficaces de cribado. EFE
A.M.