Ha sido una de las noticias que ha dejado el 40 Congreso Federal del PSOE, celebrado este fin de semana en Valencia: el partido del Gobierno quiere aprobar esta legislatura una ley integral para abolir la prostitución.
Días antes, el PSOE ya había planteado la cuestión. Lo hizo Adriana Lastra al debatirse en el pleno del Congreso las enmiendas a la totalidad presentadas por PP y Vox a la ley del «solo sí es sí», cuando anunció que los socialistas enmendarían el proyecto presentado por Igualdad para que las medidas de lucha contra la explotación sexual vayan más allá y se orienten a la abolición de la prostitución.
La ministra, Irene Montero, planteó también en ese pleno dar más pasos y sugirió, por ejemplo, reformar la ley de extranjería, ya que se calcula que más del 70 % de las mujeres explotadas están en situación irregular.
Fuentes de Igualdad han evitado este lunes pronunciarse sobre la posibilidad de sancionar a los clientes y han destaco las medidas ya incluidas en el proyecto de ley de garantía de la libertad sexual, que ampliará las ayudas a las víctimas de explotación y trata, reforzará la lucha contra todo tipo de proxenetismo y perseguirá a quienes utilizan sus locales para lucrarse con el ejercicio de la explotación sexual de las mujeres.
«Modificar la Ley de Extranjería es imprescindible para que las propuestas que estamos poniendo en marcha lleguen a todas las mujeres», añaden estas fuentes sin fijar una posición concreta ante la propuesta abolicionista del PSOE.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confiado este lunes en poder contar con el apoyo de Unidas Podemos tras haber hablado con la ministra, pero en la formación morada las posiciones no están claras.
En una entrevista a Efe el pasado 26 de septiembre, la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, reconocía que el debate en torno a si multar o no a los consumidores de la prostitución «está abierto» todavía; y la postura oficial de Podemos sobre la prostitución no menciona su abolición.
Para este partido, según apuntan a Efe fuentes de la formación, el camino para erradicar la explotación sexual pasa por blindar los derechos de todas las mujeres y, para ello, hay que garantizar alternativas vitales a todas las víctimas de trata y explotación sexual.
«Eso pasa por garantizar sus derechos pudiendo acceder de forma efectiva a un trabajo o una vivienda, educación o sanidad e impulsando desde todas las instituciones Planes de Inserción sociolaboral para todas ellas», inciden apuntando también a la reforma de la ley de extranjería.
Y ponen el foco en la industria proxeneta «que se ha enriquecido en la mayor impunidad a costa de explotar sexualmente los cuerpos de las mujeres».
La postura de sus socios catalanes tampoco es tajante. El portavoz de Catalunya en Comú, Joan Mena, ha expresado este lunes su cautela ante el proyecto que quiere impulsar el PSOE y ha afirmado que su formación esperará a ver cómo se concreta el texto para pronunciarse.
Se trata, a su juicio, de un «debate complejo» que hay que abordar desde las «garantías y derechos para todas las mujeres».
El asunto puede abrir también el debate interno en el PP. Los socialistas madrileños han registrado este lunes en la Asamblea regional una iniciativa para abolir la prostitución en la región y la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, les ha respondido: «Yo lo que veo es la nada. Es el mismo camino de siempre. Destruir empleo, dividir a España y más socialismo».
Sin embargo, la portavoz popular en el Congreso, Cuca Gamarra, apostó el domingo por seguir trabajando en el camino de erradicar la prostitución como una forma de explotación y de trata de mujeres y este mismo lunes, la consejera madrileña de Familia, Juventud y Política Social, Concepción Dancausa, ha afirmado que la prostitución es una forma de violencia contra la mujer y ha remarcado que el PP «siempre ha estado en contra de la prostitución y de considerarla como un trabajo».
Desde Vox, el vicepresidente de Acción Política, Jorge Buxadé, ha desacreditado la propuesta del PSOE porque sería «como prohibir el hambre», una idea que atribuye a un intento de que no se hable de otros problemas, como la subida de la luz o la «inmigración ilegal».
Por su parte, la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha explicado que su formación apuesta por una regulación «sensata», que proteja a las mujeres de las mafias, ayude a abandonar la prostitución a quien desee hacerlo y permita que quienes quieren seguir adelante puedan hacerlo «con todas las garantías».
Tampoco hay consenso entre las formaciones que tradicionalmente apoyan en el Congreso al Gobierno de coalición.
En el debate celebrado en el pleno del Congreso la pasada semana el PNV pidió un debate sosegado sobre el tema y EH Bildu advirtió de que sobran los «paternalismos»: «Una cosa es que no te guste la prostitución, y otra cosa es que sea un delito». EFE
A.M.