jueves, noviembre 21, 2024
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La eutanasia, compatible con la donación: 8 lo han pedido y dos ya han donado

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Así lo ha explicado la directora de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil, en la XVII reunión nacional de coordinadores de trasplantes, en la que hoy y mañana se debaten nuevas vías para conseguir aumentar el número de órganos y aquí se abre la eutanasia como una oportunidad, los pacientes con enfermedades neurodegenerativas en especial Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y los fallecidos con covid positivo.

Y es que además de la eutanasia, los enfermos de ELA han mostrado una especial sensibilidad por donar sus órganos. En concreto, 29 personas fallecidos por ELA han donado este año sus órganos, 35 en 2020 y 124 desde 2013, año en que se abrió esta posibilidad en el marco de la ONT.

En total estas donaciones han permitido realizar 310 trasplantes (183 renales, 86 hepáticos, 33 pulmonares, 4 de páncreas, 2 hepato-renales y 2 cardiacos).

«Tenemos el deber moral de posibilitar estas donaciones» ha dicho la directora de la ONT que ha recordado que la donación en personas que reciben la prestación de ayuda a morir es una realidad en otros países como Bélgica, Canadá y Holanda. «No vamos a ser menos».

Sobre las donaciones de fallecidos con PCR positivo, la directora de la ONT ha admitido que los criterios han ido evolucionando estos dos años de pandemia y ha evidenciado que «solo se ha transmitido la covid en tres casos en Estados Unidos y por un trasplante pulmonar».

A juicio de Domínguez-Gil, «esto hace pensar que la posibilidad de que se transmita la covid a través del trasplantes es bastante remota y, por ello, hemos ido flexibilizando los criterios».

La directora de la ONT ha explicado que en España tres donantes con PCR persistente positiva han permitido realizar seis trasplantes y la evolución está siendo muy favorable. Previamente, ha dicho, los receptores han sido informados de que el riesgo merecía la pena y que era muy superior el beneficio.

Con estas evidencias, la ONT se plantea «seguir adelante» con esta práctica, salvo en trasplante pulmonar, dado que se parte de una situación muy diferente al principio de la pandemia ya que «la lista de espera está vacunada».

Respecto a los xenotrasplantes, Domínguez-Gil ha admitido que «queda mucho camino por recorrer» ya que hay que solventar escollos como la trasmisión de infecciones entre especies que es uno de los mayores riesgos. Y éticamente, ha dicho, habrá que hacer una regulación específica.

No obstante, ha insistido en que se trata de un gran avance, igual que la creación de órganos bioartificiales.

Sobre la lista de espera para recibir un trasplante, la directora de la ONT ha admitido que los tiempos no han cambiado ostensiblemente a lo largo de los últimos años si bien han aumentado discretamente en 2020 pero «no tanto como cabría esperar».

Según datos ofrecidos por Domínguez-Gil, un receptor para un trasplante hepático puede esperar una media de tres meses, para uno pulmonar cuatro meses y para uno renal, de 12 a 18 meses.

La directora de la ONT ha comentado que 2020 acabó con menos pacientes en lista de espera que en 2019 debido a la saturación de la atención primaria y especializada, que redujo las inclusiones y convirtió a este colectivo en las «víctimas colaterales de la pandemia».

Y sobre las previsiones para cerrar el año, la directora de a ONT ha confiado en llegar a los 40 donantes por millón de población (p.m.p) a finales de 2021 y aproximarse a los 100 trasplantes p.m.p, en un año en el que se ha registrado una «recuperación progresiva» pero lejos de alcanzar los niveles prepandemia. EFE

 

M.M.

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