En una entrevista con EFE, el director del ISTF (siglas en inglés de International Science Teaching Foundation), con sede en Londres, subraya que hay muchos aspectos que se pueden mejorar gracias a la evidencia científica y descarta «rumores sociales» como que los niños se concentren hoy con más dificultad debido a los efectos de la pandemia.
«Ahora mismo, añade el experto en psicología cognitiva, no hay evidencias que indiquen ningún cambio en los mecanismos cognitivos de los alumnos. El cerebro no ha cambiado su modo de funcionar. ¿Qué ha cambiado? La cantidad de alternativas que tenemos todos a la hora de dirigir nuestra atención».
De esta manera, los estudiantes optan por la posibilidad más atractiva: El móvil, que les proporciona «todo lo social. Es como el azúcar o la grasa para nuestro cerebro».
APRENDER NUNCA ES UN ACTO REPETITIVO
Entre las evidencias en las que nos podemos apoyar para la mejora del aprendizaje, el autor de «Conoce a tu cerebro para aprender a aprender», explica que no se trata solo de un acto repetitivo: «No es suficiente con recibir».
«Para que aprendamos y perdure en nuestra memoria tenemos que usar el conocimiento, darle sentido, pensar sobre ello y eso significa aplicarlo en distintos contextos, para interpretar una situación nueva o resolver un problema, darle sentido y conectar lo aprendido con tus conocimientos previos, no hay otra manera, construyes a partir de las cosas que conoces», añade.
LA AUTOEVALUACIÓN: UNA POTENETE HERRAMIENTA
Por otro lado, destaca «el gran poder que tiene autoevaluarte, no volver a consultar la fuente sino que eres tú quien lo explica, interpreta, usa y si además lo haces de forma espaciada en el tiempo, no de manera masificada, mucho mejor».
Lo único que se garantiza estudiando todo de golpe antes del examen es un «aprendizaje efímero, de muy corta duración, se olvida rápidamente».
Es contrario, por otro lado, a denostar la memoria: desde el punto de vista cognitivo es la capacidad de aprender cualquier cosa, no es solo un almacén de datos sin sentido, sino los conceptos que nos permiten comunicarnos y entender todo lo que nos rodea. «Tenemos distintas memorias ubicadas en regiones diferentes del cerebro que se encargan de diferentes objetos de aprendizaje».
Tampoco es cierta la idea de que lo realmente importante no son los conocimientos sino hacer cosas, porque «tú eres capaz de hacer cosas gracias al conocimiento, el problema es que si este es superficial y efímero no sirve para nada».
Igual que en España, continúa el experto, los currículos escolares son muy extensos en el resto de países: «Pecan de amplitud en el sentido de que no dejan algo de espacio para la profundidad».
Los niños «no deben recitarte solo la definición del libro de texto sino de explicártela con sus propias palabras y conectarla con otros conceptos. Hay que asegurarse en cómo conseguimos que ese conocimiento sea duradero, transferible, funcional, productivo y ahí hay que encontrar espacio para la profundidad».
Su Fundación, con presencia en EEUU, América Latina y distintos países europeos, promueve buenas prácticas en la enseñanza, y ofrece formación y recursos a los profesores.
En Cataluña, la mitad de los institutos públicos y concertados de Educación Secundaria utilizan sus propuestas, añade.
El programa de conferencias, talleres y mesas de debate del Salón de la innovación y tecnología educativa (Simo Educación) reunirá a expertos en materia de educación y digitalización entre hoy y mañana.
Como consecuencia de la pandemia, la organización decidió finalmente que tuviera lugar en formato virtual. EFE
A.M.