La imagen de las mujeres en el siglo XXI sigue anclada en estereotipos que las cosifican y sexualizan, incluso a las más pequeñas, de hecho el Instituto de las Mujeres contabilizó el pasado año 517 quejas por estos motivos en medios y anuncios publicitarios.
Son cifras, a las que ha tenido acceso Efe, del Observatorio de la Imagen de las Mujeres perteneciente al Instituto de las Mujeres y que en sus inicios, en 1994, se denominó Observatorio de la Publicidad Sexista, para fomentar una imagen equilibrada y no estereotipada.
La directora del Instituto, Antonia Morillas, subraya a Efe que este Observatorio «hace un trabajo intenso desde hace muchísimos años» para identificar prácticas publicitarias que reproducen estereotipos de género y que, por tanto, son susceptibles de ser calificadas como publicidad ilícita».
517 QUEJAS EN 2022
El pasado año el Observatorio recibió 517 quejas (prácticamente igual que en 2020 que hubo 515) de las que el 47 % fue consecuencia de contenidos publicitarios; el 40,8 % de medios e internet, y el 12 %, de otros sectores y actividades.
Del 40,8 % de las quejas de medios e internet (que suponen 211), el 45,49 % (96) correspondió al grupo Mediaset por diferentes programas.
El Observatorio realizó el pasado año un total de 29 actuaciones.
Las campañas publicitarias más denunciadas fueron una lona de la cadena de hamburgueserías The Fiztgerald, con 21 quejas, mientras que la empresa fabricante de ropa de trabajo U-Power recibió 15 y la colección de cosméticos Sugar Daddy Collection, de la marca Krash.
Y en medios, el canal Playz acumuló 30 quejas por comentarios ofensivos de un colaborador en un debate sobre la ley trans; 25 quejas al programa Sálvame, por banalizar la violencia de género, y 17 al programa Supervivientes por lo mismo.
COSIFICACIÓN DE LAS NIÑAS
El Pacto de Estado contra la Violencia de Género, rubricado en 2017, incluye la promoción de las campañas contra la cosificación del cuerpo de las mujeres y contra la hipersexualización de las niñas.
Y es que, el Observatorio elaboró en 2020 un estudio en el que concluyó que en los anuncios protagonizados por niñas éstas son sexualizadas en el 8,5 % de los casos, y se trata tanto de publicidad para menores como para adultos, con especial incidencia en publicidad de ropa y moda, tras revisar las quejas recibidas entre ese año y 2010 sobre campañas.
En una década recibió 140 quejas por campañas de 59 anunciantes, datos que para el Observatorio ponían de manifiesto que la cosificación y sexualización de las niñas es «una práctica constante, aunque no presente altos índices de frecuencia».
IMPACTO «TERRIBLE» EN LAS MENORES
Morillas asegura que la utilización de las niñas como reclamos publicitarios tiene «un impacto terrible en la reproducción de estereotipos y en la expectativas que se generan a las propias niñas»
En este sentido, la psiquiatra infantil y de la adolescencia del Hospital Universitario Infantil Niño Jesús de Madrid Beatriz Martínez, señala que la imagen que se proyecta de las menores es un problema porque por un lado trabajas con ellas en que sigan una vida saludable «pero lo que se proyecta está muy lejos de eso».
«Los pediatras y psiquiatras nos hartamos de decir que los niños no son adultos en chiquitito, pero en la publicidad no es así, hasta la ropa cada vez parece mas adultomorfa y las poses de las niñas, igual. Eso claramente produce una expectativa de lo que las propias chicas piensan de ellas mismas», reflexiona la psiquiatra.
El confinamiento y el excesivo uso que han hecho los jóvenes de las redes sociales, también ha empeorado la situación, según Martínez.
La directora del Instituto de las Mujeres apuesta por fortalecer los instrumentos de los que dispone la Administración Pública y por hacer un llamamiento a la responsabilidad social de las empresas, «a que se comprometan con la igualdad y a no reproducir este tipo de estereotipos».
CANALES MÁS FLUIDOS Y ACCESIBLES DEL OBSERVATORIO
Morillas estima necesario que el Observatorio pueda intervenir en más ámbitos y cuente con canales más fluidos y accesibles en los que la ciudadanía pueda trasladar sus denuncias, ya que ne la actualidad las redes sociales, por ejemplo, tienen un papel importante.
«Creemos necesario que también nos adecuemos ahí, que creemos instrumentos mucho más ágiles para llegar las denuncias de la ciudadanía al Observatorio y que por parte de este podamos disponer no solo de los instrumentos propios, también del acompañamiento de mujeres expertas en el ámbito de la comunicación feminista», sostiene la directora del Instituto de las Mujeres. EFE
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Berta Pinillos