Son algunos de los datos de la Sociedad Española del Sueño, con motivo de la conmemoración este viernes del Día Mundial del Sueño, que este año tiene como lema “Sueño de calidad, mente sana, mundo feliz”, que pretende reivindicar la importancia del descanso como medida de protección de la salud mental.
«Tener dificultades afectivas, problemas para gestionar la ansiedad o conductas adictivas llevan a dormir mal», explica a Efe Marta Galindo, neuropsicóloga de la Clínica López Ibor, quien también precisa que el hecho de no descansar bien hace que la persona, sin un diagnóstico de salud metal, pueda ser más vulnerable a la hora de regular sus emociones.
Según una encuesta de la Sociedad Española de Neurología (SEN), tres de cada diez españoles se despiertan sintiendo que no han tenido un sueño reparador o terminan el día muy cansados y, aunque más del 10 % de la población duerme mal, menos de un tercio de los afectados busca ayuda profesional para remediarlo.
Galindo explica que se considera trastorno de sueño cuando el problema para descansar se prolonga y acaba afectando al bienestar de la persona.
Entre los trastornos, el más común es el insomnio que se define como la carencia de tiempo de sueño, aunque también se aplica a los que duermen el tiempo adecuado pero con un sueño de mala calidad que les genera mucho cansancio durante el día.
La neuropsicóloga detalla que se habla de insomnio cuando hay dificultades para conciliar el sueño, la persona se despierta en medio de la noche interrumpiendo el ciclo del sueño o cuando se espabila muy pronto y no puede volver a quedarse dormida.
Cuando el insomnio es crónico, los expertos desaconsejan la automedicación o la adopción de medidas sin el consejo de los expertos, ya que advierten de que solo funcionan a corto plazo, mientras que a medio empeoran la situación y a largo hacen que el problema cada vez sea más difícil de solucionar.
Por ello, instan a quienes tengan problemas para descansar a pedir ayuda psicológica como complemento de la pauta farmacológica para lograr combatir el miedo a no dormir, y aprender a controlar las emociones y los pensamientos previos al sueño.
Además, la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha alertado en esta jornada de que entre el 76,1 % y el 91,2 % de los alumnos cree que tiene problemas para dormir y el 15 % carece de un horario regular de sueño durante los días escolares, lo que, sin duda, afecta significativamente a su rendimiento escolar.
En este sentido, los pediatras advierten de que el «uso de las tecnologías está convirtiendo el tiempo de sueño en algo opcional en la vida de los niños y adolescentes». EFE