Madrid, 25 may (EFE).- El enorme impacto de la pandemia COVID-19 ha acelerado la implantación de la salud digital en el sistema sanitario y ha impulsado el uso de dispositivos móviles para videoconsultas y telemedicina.
Es una de las principales conclusiones del debate telemático «E-salud, cambio del modelo sanitario y COVID-19», organizado por la Agencia EFE, en colaboración con la Fundación Merck Salud y en el que los expertos asistentes han subrayado la necesidad de medir resultados en salud, a lo que también ayudan las tecnologías.
En el debate se ha presentado el informe «E-Salud y cambio del modelo sanitario», un trabajo en el que han participado 40 expertos en salud digital, un documento amplio y multidisciplinar que cobra valor añadido con la crisis del coronavirus.
En este Diálogo EFE Salud en Vivo han participado el coordinador del informe y director de Derecho Sanitario Asesores, Fernando Abellán; el director médico del hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid, Julio Mayol, y la geriatra Salomé Martín, directora de Desarrollo Técnico de Eulen Sociosanitarios.
Con ellos han estado Domingo Marzal, director médico y de Innovación de Sanitas Hospitales y Nuevos Servicios; Ángel Blanco Rubio, director corporativo de Procesos, Sistemas y TICs de Quirónsalud, y María Gálvez, directora general de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), los seis coautores del informe.
El debate ha sido presentado por Carmen González Madrid, presidenta ejecutiva de la Fundación Merck Salud, entidad que ha impulsado este trabajo, quien ha subrayado la oportunidad de aprovechar el efecto que supone la pandemia y profundizar en el desarrollo de la salud digital.
Este documento analiza la situación y retos de la digitalización de la salud y su aplicación contra las enfermedades; examina herramientas como la Inteligencia Artificial, el Big Data, las videoconsultas, la teleasistencia y la telemedicina; estudia aspectos bioéticos y legales, y ofrece la visión de los pacientes.
Fernando Abellán, coordinador del documento, resalta que el informe es una fotografía de lo más innovador en e-salud y muestra el camino a seguir en los campos clínico, bioético y legal para generar consensos.
¿Cómo afecta la COVID-19 a la salud digital? «Hay razones para pensar que los procesos y ritmos se van a acelerar. El riesgo de contagio va a permanecer un tiempo y se va a prolongar la necesidad de utilizar tecnologías que reduzcan la presencia de los pacientes en los centros sanitarios», valora.
El doctor Julio Mayol relaciona la utilidad de la salud digital con el impulso de la medicina 5P, predictiva, preventiva, personalizada, poblacional y participativa, y plantea el reto de la sanidad tras la pandemia.
«Con esta crisis, durante esta crisis y después de esta crisis, lo primero que hay que cambiar son los liderazgos y las culturas; hay que conseguir liderazgos transformadores en todos lo campos de la sociedad, que aporten visión de futuro», defiende.
Mayol añade: «Hay que reforzar el concepto de salud frente a enfermedad; lo que hemos visto es que cuando ha fallado la salud pública se ha saturado el sistema sanitario y parece que la crisis es de prestación de servicios sanitarios, y es una crisis de todo el ciclo salud-enfermedad de los ciudadanos».
La geriatra Salomé Martín, por su parte, ha defendido la capacidad de los mayores para adaptarse a las tecnologías de la salud.
«Pensábamos que los mayores no iban a ser capaces de utilizar una tablet o un móvil y en la pandemia han sabido, y les ha permitido comunicar con sus familiares; las personas solas han recibido apoyo social y psicológico. La brecha por edad existe, pero no es insalvable», ha destacado.
Martín plantea medidas para mejorar las residencias de mayores, uno de los lugares más golpeados por el virus.
«Tenemos muchas residencias en edificios grandes, largos pasillos, habitaciones dobles, inadecuadas para cuidarles bien. Las residencias estaban fuera del sistema, que no se acordó de ellas. Hay que cambiar las estructuras y el modelo», propone.
Domingo Marzal asegura que la consulta del médico ya está «en el móvil» y destaca que la COVID-19 ha disparado en su compañía el uso de dispositivos móviles, ya que si en todo 2019 hubo 42.000 videoconsultas, solo en este mes de abril se han hecho 65.000.
«La pandemia ha sido una prueba de fuego para saber si la estrategia digital por la que apostamos tenía sentido o no», añade, y resalta la importancia que la e-salud ha tenido en el abordaje de las urgencias y la atención psicológica y de salud mental.
Para Ángel Blanco, con la salud digital se enfrentan «al mayor cambio de la medicina», y asegura que «el gran cambio de la transformación digital es el protagonismo del paciente». «Hay que pasar de la relación médico-paciente, a paciente-médico. La medicina humanística no es incompatible con el uso de la tecnología».
«La pandemia -prosigue- ha hecho más por la transformación digital que lo hecho por instituciones, médicos, políticos y directivos de centros; nos ha acelerado en dos meses», y señala que en muchas organizaciones sanitarias las consultas online han pasado de 0 a un 75 por ciento en las semanas del virus.
María Gálvez destaca que el uso del teléfono para llamar y hablar con los pacientes, la tecnología más básica, «ha aportado tranquilidad, evitado posibles contagios y consultas presenciales; para los enfermos crónicos, la salud digital favorece la continuidad asistencial y permite avanzar en la medicina personalizada».
¿Qué temen ahora los pacientes con la COVID-19? Gálvez responde: «Ahora viven con un doble temor, a contagiarse y a que empeore su patología; tienen miedo a no ser atendidos como antes en su seguimiento y control, que haya retrasos en los diagnósticos y empeoren los pronósticos; y miedo a no acceder a sus medicinas». EFE
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