Según la instrucción de la Secretaría, «la concesión de la autorización de residencia» expedida a favor de estos adolescentes «habilitará para el ejercicio de la actividad laboral por cuenta ajena» una vez cumplan los 16 años, «sin necesidad de ningún otro trámite administrativo en materia de extranjería».
Desde hoy, los menores no acompañados pueden acceder al mercado de trabajo a los 16 años en las mismas condiciones que el resto de menores. La @SEstadoMigr ha dictado una instrucción para ello https://t.co/LAcqPmbShu
— Ministerio Inclusión Seguridad Social Migraciones (@inclusiongob) March 9, 2020
Esta habilitación quedará reflejada en la documentación de residencia de los chicos con la leyenda «habilita a trabajar por cuenta ajena».
La medida fue ya anunciada la semana pasada en el Senado por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, quien reiteró la voluntad de su departamento para mejorar la Ley de Extranjería, que data del 2000.
Sin embargo, llega paralelamente a otra dictada recientemente para dar cumplimiento a una reciente interpretación del Tribunal Supremo de la Ley de Extranjería y que ya ha sido denunciada por varias ONG.
La instrucción supone en la práctica un endurecimiento de los criterios que se exigen a los menores migrantes sin un adulto de referencia cuando cumplen 18 años para obtener el permiso de residencia no lucrativa, sin derecho a trabajar.
A partir de ahora, los chicos tienen que acreditar que cuentan con medios de vida propios, que no pueden proceder de ayudas públicas, para obtener por primera vez este permiso, para lo que se les exige disponer del 100% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), unos 540 euros al mes.
Para renovarlo pasado un año, esa cifra se dispara al 400% del IPREM, esto es, 2.151 euros.
Estrella Digital