Barcelona, 4 dic (EFE).- Un cojín ideado y diseñado por una comadrona del Hospital del Vall d’Hebron de Barcelona ayuda a que el bebé haga por sí solo la rotación necesaria para nacer, con lo que se evitan un 15 % de las cesáreas, según un estudio clínico elaborado en este centro sanitario con 120 mujeres.
La comadrona Vanessa Bueno ha explicado hoy en rueda de prensa que el cojín ayuda a abrir todo el diámetro de la pelvis de la mujer durante el parto, facilitando la rotación de la cabeza del bebé, la expulsión del mismo y, en definitiva, evita cesáreas.
Además, también se puede usar durante el último trimestre de embarazo, cuando el tamaño del feto ya es grande y las mujeres tienen dificultades para el descanso nocturno.
Se trata de una estructura suave y más grande que los cojines normales, con forma de trapecio, y que cuenta con una parte menos profunda, donde se ubica la rodilla de la mujer.
La mujer se pone de lado hacia el cojín y encaja en el mismo una de sus piernas, facilitando la obertura de la pelvis.
El nuevo cojín puede usarse en todo tipo de camillas por cualquier sanitario, con lo que se facilita la extensión de sus beneficios, ha explicado Bueno durante la presentación.
Durante un poco más de dos años, esta comadrona ha estudiado el uso práctico del cojín en 120 parteras de su hospital y ha concluido que se disminuye en un 15 % el número de cesáreas.
Sin embargo, Bueno ha precisado que el uso de fórceps (instrumento obstétrico en forma de tenazas que sirve para ayudar a la extracción del feto) es similar con o sin cojín.
Las conclusiones del estudio clínico sobre el uso del nuevo cojín se han publicado en la revista del sector Birth y también se han citado en una publicación francesa sanitaria como el único avance existente en los últimos años sobre intervención postural en el parto.
Durante la presentación del cojín ante los periodistas ha participado también Mariona Isac, que lo usó durante el parto de su hijo, el pasado mes de mayo, y que ha asegurado que su bebé pudo rotar por sí solo la cabeza y nacer sin problemas gracias a este apoyo textil.
Isac ha comentado que, tras diez horas de parto, la comadrona le propuso usar el cojín para intentar abrir el canal de la pelvis y, después de ponérselo, consiguió dormir dos horas, durante las cuales el bebé pudo rotar su cabeza y nacer en un parto vaginal.
Bueno ha indicado que ahora está buscando una empresa que asuma la producción del cojín y su distribución. EFE.
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