El importe de las ayudas, que prestarán apoyo a los pacientes con menos recursos hasta que la tarifa baje o las comunidades autónomas fijen o actualicen las suyas, oscilará entre los 20 a 50 euros/mes en función de las condiciones económicas del solicitante y del consumo energético de su tratamiento de diálisis domiciliaria, según ha informado la Fundación.
Serán revisadas cada tres meses, se concederán con carácter retroactivo desde enero de 2022 y durarán hasta el 31 de diciembre; el plazo de solicitud finaliza el 10 de mayo y el resultado de la selección se dará a conocer a los beneficiarios el 18 de ese mes.
Desde hoy, podrán demandarlas quienes acrediten que están recibiendo tratamiento de diálisis domiciliaria, en cualquiera de las opciones que precisen para ello conexión eléctrica y especificar cuál es la modalidad que utilizan.
También deberán demostrar que los ingresos de la unidad familiar no superan los 600 euros por persona al mes; si la unidad familiar está compuesta por uno/dos miembros podrán optar aquellos cuyos ingresos conjuntos no alcancen el salario mínimo interprofesional.
Asimismo, quienes tengan el título de familia numerosa podrán optar a estas ayudas. El comité evaluador podrá valorar, en todo caso, excepciones a estos requisitos en función de otras circunstancias no previstas que afecten a la situación económica de la unidad familiar.
Desde hace semanas, la Sociedad Española de Nefrología (SEN) y la Federación Nacional de Pacientes Renales (Alcer) vienen advirtiendo de las consecuencias que el auge de la tarifa de la luz está teniendo en la terapia domiciliaria.
Según sus cálculos, la factura de la luz mensual asciende a 157 euros en un hogar sin pacientes electrodependientes; con ellos, la cifra puede ser incluso más del doble dependiendo del tipo de tratamiento que necesite.
Ello ha puesto en riesgo muchos tratamientos domiciliarios, pese a que su coste es mucho menor que los hospitalarios y ofrece mayor calidad de vida y mejores resultados clínicos.EFE