Gran parte del espacio aéreo español, y del europeo, ha tenido que cerrarse durante la mañana de este viernes por la reentrada en nuestra atmósfera de partes de un cohete chino, lo que ha provocado el retraso de unos 300 vuelos en los aeropuertos de Madrid, Barcelona, Lleida, Zaragoza, Valladolid y Baleares.
El fragmento, que antes de entrar en la atmósfera tenía una masa estimada de entre 17 y 23 toneladas, cayó finalmente en el Océano Pacífico, aunque la franja en la que podía haber impactado era muy amplia e incluía parte de la península Ibérica.
La basura espacial ya forma parte de nuestras vidas. Desde que comenzó la era espacial, en los años 50, el ser humano ha puesto en órbita miles de cohetes y satélites. Las estimaciones de la Agencia Espacial Europea (ESA) cifran en torno a 7.800 los satélites en el espacio, buena parte de ellos sin actividad, además de 36.500 piezas de basura espacial que pasan de los 10 centímetros. Toda esta chatarra espacial suma en órbita baja terrestre unas 6.000 toneladas de basura
Otro informe de la NASA publicado en enero de 2021 reveló que la órbita baja de la Tierra acoge al menos 26.000 fragmentos iguales o mayores que una pelota de béisbol, tamaño suficiente para destrozar un satélite. De las dimensiones de una canica habría más de 500.000 y más de 100 millones similares a un grano de sal.
Y es que la aventura espacial conlleva, inevitablemente, sus riesgos. Entre el 60 y el 70% de los lanzamientos de cohetes y satélites de los últimos veinte años se han saldado con la caída sin control de piezas a la superficie terrestre, según ha señalado una entrevista a EFE Luis Miguel García Cuevas, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería del Diseño de la Universitat Politècnica de València, que asegura que en la mitad de los lanzamientos de satélites a nivel mundial se deja algo por el camino, pero no lo «suficientemente grande como para generar un problema».
Afortunadamente, la mayor parte de la chatarra espacial se desintegra al entrar en la atmósfera, aunque dependiendo de los materiales, se estima que entre un 20 y 40% de un fragmento de basura espacial sobrevive a su reentrada en la Tierra.
La cifra de objetos que atravesarán nuestro espacio aéreos está previsto que aumente en los próximos años, ya que se ha planteado un calendario de lanzamientos de satélites de telefonía e internet que oscila entre los 12.000 y los 42.000. Eso implicaría triplicar el número de satélites que orbitan hoy la Tierra.