La boda de Brad Pitt y Angelina Jolie fue una noticia que nos sorprendió a todos y que nadie lo esperaba. Después de 8 años de relación, la pareja ha dado el sí quiero en Francia el pasado sábado en una ceremonia de lo más intima.
Según ha confirmado una asistente al enlace, Angelina recorrió el camino hacia el altar junto a los mayores de sus hijos Maddox y Pax, mientras que Zahara y Vivienne se encargaron de dejar los pétalos de flor sobre el suelo de la capilla y Shiloh y Knox de llevar los anillos.
La misma fuente explica que Angelina escogió un vestido «bastante tradicional, totalmente blanco y largo hasta el suelo, de seda y con encaje antiguo. Además, según han contado algunos de los invitados, la novia llevó un detalle que perteneció a su madre Marcheline Bertrand. También la guapa actriz, complementó su vestido con un velo.
Aparte de los hijos de Brad y Angelina, los únicos invitados a la boda dueron los familiares del actor: sus padres y Jane Pitt, su hermano Doug y su hermana Julie. Según cuenta la fuente que asistió al enlace no fueron más de 22 personas en total. Jon Voight, el padre de Angelina, no asistió al enlace, aunque ya ha emitido un comunicado diciendo lo feliz que se siente por los recién casados.
Después de la ceremonia de la boda, la familia pudo degustar un exquisito almuerzo compuesto por «jamón, queso, lubina fresca, pasta italiana y champán«, así como vino rosado del Château Miraval, cosecha de Angelina y Brad.
Llegó el esperado momento del pastel nupcial, aunque no hubo una tarta de boda tradicional, ya que según comenta la fuente «había tres tipos diferentes de tartas, todas ellas elegidas por los niños– una era de helado de fresa, otra era una tarta de tres chocolates y la tercera fue de crema y frambuesa«.