A veces el culto por un artista y el fanatismo pueden llegar aniveles extremos. Los fans pueden hacer horas y horas de cola para situarse en los mejores sitios de un concierto para tener una visión completa del show y no perderse detalle alguno. Merchandising, CD's ediciones Deluxe y objetos únicos son los que ansían los seguidores de cualquier cantante.
Sin embargo, el idolatrar e incluso divinizar a su artista favorito es una cosa que no lo había logrado nadie -incluidos los Rey y Reina del Pop, Michael Jackson y Madonna- hasta que ha llegado Beyoncé. Efectivamente, para un grupo de fans de la cantante de Single Ladies, Beyoncé es como el mismísimo Dios, aunque no creó el cielo y la tierra pero si unos sensuales movimientos.
Por eso y que mejor que rendirle culto a Beyoncé que creando su propia religión: el beyism. 'La iglesia nacional de Bey' creada en Atlanta, Estados Unidos, es el nombre de la iglesia que rinde culto a la mujer de Jay-Z. Y es que para todos los fans que creen en la religión de Beyoncé, afirman que una diosa se contonea y mueve sus caderas entre los demás mortales.
En vez de ir a misa, todos los domingos los creyentes en 'Bey', el diminutivo de la artista, se reúnen para interpretar sus temas y no sabemos si para comentar los últimos movimientos de la artista, como crece Blue Ivy, si el apocalipsis llegaría si Beyoncé y Jay-Z se divorciasen o Solange es el propio diablo tras su incidente con el rapero en el ascensor o si se escandalizarán tras su problema con su blusa el otro día, en el que se le desabrochó en plena actuación… (Si todavía no lo has visto pincha en el link anterior).
Y como cualquier religión que se precie, estos seguidores han querido redactar la Beyble, algo así como la Biblia de Beyoncé, que por ahora está en proceso de creación.
Ni las directioners, beliebers, little monsters, auryners o gemeliers no pueden competir con los seguidores de Beyoncé y su beysim, una religión que no cuenta por ahora con mandamientos, siendo el único requisito para sentirte parte de esta iglesia ser un auténtico fan de Beyoncé Knowles. Realmente la artista, toca en oro todo lo que convierte, y de hecho ha llegado como materia de estudio en la universidad de Harvard.