Jaime Renedo ha ofrecido una nueva versión, completamente novedosa, de la ofrecida la semana pasada en Semana. Siguiendo el famoso refrán español «donde dije digo, ahora digo diego», el cocinero cambia por completo sus palabras.
En la entrevista original, Jaime afirmó que su padre llamó a Natalia Verbeke a unas horas impredentes, exactamente afirmó: «A Natalia le dolió, y a mi también… Después no le sentó bien que me fuera cuatro días de despedida de soltero a Tarifa, cuando ella estaba emocionalmente débil y necesitaba de mí». Ahora, el chef afirma que no fue su padre el que llamó sino Natalia: «Fue Natalia quien llamó muy inoportunamente a mi padre».
Un cambio radical con siete días de diferencia que no termina ahí. Si la semana pasada también desveló que el problema con la actriz comenzó con la negociación de una exclusiva por parte de su padre y de él, ahora se desdice por completo: «Mi padre jamás se ha planteado vender la exclusiva de la boda, ya que es un reconocido profesional que no precisa de este tipo de ingresos». Unas palabras que no tienen nada que ver con su antigua versión donde Jaime confesaba que tanto él como su padre veían con buenos ojos hacerla exclusiva de 250.000 euros, algo que Natalia no compartía: «A raíz de esto se produjo una fricción entre nuestras familia, la suya apoyándola a ella y la mía a mí; aquello fue un auténtico crack».
Además, Jaime no terminó ahí y continuó mostrando su enfado con su padre por este tema: «Todavía tengo algo de rencor a mi padre, porque me dijo que Natalia estaba negociando una exclusiva por su cuenta y yo le creí, sin lucidez mental en la despedida de soltero, y a llegar a Madrid vi que se equivocó… o tal vez lo hiciera con otro afán».
Una nueva versión que contradice completamente a la anterior, y nos hace pensar ¿cuál es el testimonio verdadero?.