Sara Carbonero ha retomado sus compromisos profesionales como modelo convertida en la nueva embajadora de la firma de joyería Agatha París para la colección otoño-invierno 2014/15. La conocida presentadora aprovechó para hablar de las últimas declaraciones realizadas por su pareja, el portero del Real Madrid Iker Casillas en las que ha dado la cara por la madre de su hijo.
La periodista, ya recuperada de su primer parto, acaba de firmar un contrato con la marca para convertirse en el escaparate de sus joyas. Sara Carbonero es una adicta a estos complementos y fiel a sus diseños. En una de sus últimas apariciones, lució la marca con anillos dorados y plateados, y un juego de pulseras con strass (vidrio brillante). Además como ella misma indicó en su maleta al mundial de Brasil no se olvidó de las cruces, su amuleto preferido, pertenecientes a los últimos diseños de la firma. Sara Carbonero acumula otro éxito y suma una firma más a su carrera puesto que ya ha sido imagen de Pantene, Women Secret, Ipanema o de otras marcas de joyas como Lotus.
La presentadora asegura que Martín es una mezcla entre Iker y ella, y que «hay que verlo en persona» para apreciar realmente que no se parece únicamente a ella. «Es un bebé muy bruto, muy enérgico, muy trasto. Ahora está gateando y no ve el peligro, es muy alegre y muy fuerte. Eso es lo importante, que esté muy sano y que sea simpático», apostilla la orgullosa mamá. Además, cuenta que se intenta planificar lo mejor posible para poder pasar más tiempo con su bebé después del trabajo: «Como madre soy pesada, con dudas, como cualquier madre primeriza. Estoy muy encima porque es lo más me apetece del mundo. Me van saliendo bien las cosas y le intento dar todo el tiempo y cariño al bebé».
Respecto a la entrevista que Iñaki Gabilondo realizó a Iker Casillas, en la que ella se convirtió en un punto clave, prefiere no comentar demasiado, aunque asegura que apoyará a Iker en todo lo que haga falta: «Iñaki es un periodista sensacional, Iker estuvo muy bien. No me ha sorprendido el impacto porque hacía tiempo que no hablaba».