Poco a poco se van conociendo los posibles motivos de la ruptura entre Bradley Cooper y Suki Waterhouse. Aunque la distancia era un elemento a tener muy en cuenta –el actor reside en Nueva York y la modelo, en Londres-, una fuente cercana a la expareja aseguró a E! News que cada uno «desea cosas distintas en estos momentos».
Parece ser que el intérprete de 40 años esperaba formar una familia pronto y Suki no estaría todavía preparada. A sus 22 años, esta inglesa acaba de dar el salto de la moda al cine. «Ella quiere a Bradley y él la quiere a ella, pero ella es muy joven y desea concentrarse en su carrera de actriz antes de convertirse en madre», puntualizó la misma fuente, que confirmó que la pareja estaba rota antes de la gala de los Oscar.
Los extortolitos están ahora concentrados en sus quehaceres profesionales. Él se encuentra en estos momentos a caballo entre Las Vegas, donde rueda Arms & The Dudes, en los mentideros de la ciudad de los casinos se comenta que le vieron de juerga con sus compañeros de reparto Jonah Hill y Miles Teller el mismo día que se hizo pública la ruptura, y Nueva York, donde acaba de estrenar Serena, su tercera cinta junto a Jennifer Lawrence.
Suki disfruta las mieles del éxito en taquilla de Insurgent, secuela de Divergente que supera los 54 millones de dólares recaudados en su primer fin de semana. Tiene pendiente otro estreno más este 2015 con una cinta juvenil de temática zombie y se acaba de confirmar su participación en una comedia romántica junto a Keanu Reeves, Jim Carrey y Jason Momoa. Con una agenda como esta, además de sus compromisos con las pasarelas y las producciones de moda, plantearse la maternidad sería una locura.