Alfonso Díez ya cuenta los días que faltan para conocer el importe exacto de la cuota viudal usufructuaria que por ley le corresponde tras el fallecimiento de su esposa, la duquesa de Alba. Aunque se sigue especulando sobre las tensas relaciones del viudo de la duquesa de Alba y los hijos de esta tras su fallecimiento, el exfuncionario ha confesado que continúa con su vida, intentando mitigar poco a poco el dolor de su ausencia.
De hecho, el viudo de la duquesa, no ha querido regresar estos días de Semana Santa a Sevilla por echar de menos a la que fuera su mujer. Sin embargo, la nostalgia ha podido con él y lo primero que ha hecho ha sido llamar a todos los amigos de la duquesa como nos contaba a CHANCE la gran amiga de la mujer con más títulos en el mundo: Carmen Tello.
«Esta mañana nos llamó a todos los amigos porque es un día muy especial. Se acordaba muchísimo hoy de su Virgen pero él no ha querido este año estar aquí y está en el corazón pero decía que quería estar más tranquilito allí en casa», así excusaba la ausencia de Alfonso Díez en la iglesia de 'Los Gitanos'.
A la espera de la tasación de varias obras de arte.
Como recordaremos el pasado mes de enero tuvo lugar la apertura del testamento de Cayetana Fizt-James Stuart en uno de los salones de su residencia madrileña, el Palacio de Liria. Las últimas voluntades de la aristócrata no desvelaron ninguna sorpresa ya que sus bienes habían sido repartidos en vida entre sus seis hijos, pero queda repartir el porcentaje del tercio de libre disposición con el que contaría el propio Díez, entorno al 26%.
Todo un complejo trámite en el que están tanto los hijos de la duquesa como Alfonso. Por ello queda hacer una tasación del patrimonio y venta de este tercio de libre disposición, y que la decisión acabe siendo unánime entre todos los herederos (Carlos, Alfonso, Fernando, Jacobo, Cayetano y Eugenia) y el viudo, Alfonso Díez.
En las últimas semanas se ha especulado mucho sobre el malestar familiar provocado por los cambios y las decisiones que ha tomado el futuro duque de Alba, Carlos Fitz-James. Aunque algunos intenten hacer ver que hay buena relación entre los hermanos y de éstos con el viudo, Alfonso Díez, parece que la realidad dista mucho de esta situación.
La casa de Sanlúcar, para su uso y disfrute
De hecho, a nadie sorprendió que Alfonso reclame la cuota viudal, aunque hubiera podido renunciar a ella, tal y como hizo antes de la boda con Cayetana, cuando firmó las famosas 15 capitulaciones.
Otro tema de relevante importancia es la casa de Sanlúcar de Barrameda, la residencia que adquirió Alfonso Díez para disfrutar de sus vacaciones y días de descanso junto a su esposa. Aunque se había especificado que el actual duque de Alba debería hacerse cargo de la hipoteca de la vivienda, como el propio Carlos Fizt-James Stua