Es de valientes pedir perdón, y eso es algo que saben muy bien Alaska (Olvido Gara) y Mario Vaquerizo. El matrimonio ha abierto este viernes las puertas de su hogar en una merienda organizada por el portal inmobiliario Fotocasa, para enseñar a la prensa cada rincón de este nueva y original vivienda, a la que han bautizado como la 'casa azul'.
El pasado 15 de abril la misma empresa había convocado a los medios de comunicación en una conocida discoteca de Madrid para que pudieran hacerse eco de la 'Fotocasa Party', un evento que se convirtió en la presentación en sociedad de este inmueble. Sin embargo todo quedó en una reunión de amigos debido a la tardanza de la pareja, atrapada en los estudios de Telecinco por unos problemas técnicos. «Sentimos mucho lo sucedido, pero por factores externos a nuestros deseos nos fue imposible acudir a la hora prevista», declaraban al principio de la reunión.
E inmediatamente después dejaban a un lado la seriedad para mostrarse tal y como son habitualmente: dicharacheros, bromistas y, sobre todo, sinceros. Muy relajados, en su entorno, relataban a los medios convocados los detalles de este piso, situado en la cuarta planta del edificio en el que se encuentra su 'casa rosa', en la que se grabó gran parte del reality 'Alaska&Mario'.
«Lo del edificio fue una total casualidad. Fue gracias a la aplicación de Fotocasa. Nosotros buscábamos otro piso porque el nuestro se nos había quedado pequeño, y como tenemos poco tiempo, recurrimos a ellos. Nuestros requisitos imprescindibles eran que estuviera en la Gran Vía y para reformar«. Cuentan además que están enamorados del bloque en el que viven, porque «es una casa del año 1.900, sin nada enfrente, por lo que podemos ver la Gran Vía. Y sobre todo que vives en la Gran Vía, pero sin estar en ella. Estamos en la calle Libreros, maravillosa porque sigue manteniendo las librerías de antaño. Es una calle tranquila, pero que si quieres jaleo vas a la esquina y lo tienes».
La casa comenzó con la idea de ser una ampliación de la suya inicial, debido, según Mario, a la «obsesión» de Alaska de tener una biblioteca. «Lo de abajo se ha quedado casi como un apartamento personal. Para poder invitar a gente a cenar, o simplemente para estar aquí tirados con nuestros amigos viendo la tele, necesitábamos algo como ésto», dice Alaska.
Aseguran que ambos se han implicado a partes iguales en la decoración de su nuevo hogar, porque suelen «coincidir en gustos». El salón, aunque para Mario sea un poco estilo «puticlub», lo han construido basándose en la cafetería Peppermeall de Las Vegas, establecimiento que visitaban casi a diario cuando viajaron allí para casarse. «Lo único en que no se parece esta casa al Peppermeall es en que aquí no se come nada y allí la ración más pequeña son tres huevos fritos», apostillan entre risas.
Sin embargo, el contraste es enorme cuando, previo paso por el comedor, plagado de cuadros de su amigo Fabio McNamara, te adentras en una fastuosa biblioteca de estilo Victoriano londinense (donde el representante de artistas tiene terminantemente prohibido fumar, según las instrucciones de 'Olvi'). «Somos muy eclécticos», admite Mario. «Excepto mi despacho, es decir, la biblioteca, es todo como un sector social, incluso tenemos una sala de juegos con maquinitas», relata Alaska. Aseguran que lo que más distingue a sus casas de las demás es que nunca son «minimal»: «Qué palabra más fea, 'minimal', a mí me encanta ser un barroco».
De lo que han decidido prescindir en ésta su nueva casa es de dormitorios: «Es que no queremos okupas aquí», ríen. Eso sí, acogen a sus amigos, menos para pernoctar, para todo lo demás: «Me encanta ver aquí a las Nancys tiradas en el sofá viendo a María Teresa en 'Qué tiempo tan feliz'.», asegura Mario.
Algo que Vaquerizo admite echar de menos en la 'casa azul' es una mesa camilla: «Echo tanto de menos la de la casa de mi abuela de Vicálvaro. Allí comíamos migas con chorizo, mientras el brasero estaba encendido, y a la vez hablábamos de Dios, de la Biblia, y también nos poníamos a criticar. De todo un poco».
«Fiestones, no»
La pareja es muy contundente a la hora de explicar los eventos sociales que están dispuestos a organizar dentro de esas cuatro paredes: «En mi casa, fiestones no», asegura Olvido. «La gente se pone con el cigarro, con el cubata, y no quiero que nadie me manche nada», asegura Mario, aunque admite que para eso «es muy injusto» porque él sí acude a fiestas de ésta índole en casa de otros amigos, como la de la conocida peletera Elena Benarroch.
Ellos prefieren organizar «burguer partys» o cenas informales a base de caterings, nada que implique cocinar mucho porque ninguno de los dos es muy diestro en los fogones, pese a que admiten haber comprado una 'Thermomix'. «Una de las últimas que organizamos fue con nuestra amiga Mariló Montero, que fue la encargada de hacer los gin tonics y nos dejó la encimera embadurnada», cuenta Vaquerizo.
Compañeros de Toño Sanchís en 'Levántate All Stars'
Este sábado comienza en Telecinco el programa 'Levántate All Stars', un espacio en el que Alaska y Mario Vaquerizo compartirán plató con el exrepresentante de Belén Esteban Toño Sanchís. De él aseguran que es un excelente compañero con el que no tienen «ningún problema»: «Tampoco lo tenemos con Belén, el problema lo tienen entre ellos».
Pese a todo, Mario admite que para él Belén es su «amiga», a la que quiere «con locura» y que por ella»mata», y que lo que haya pasado entre ellos ya «se verá y se resolverá»: «Los dos son personas educadas que no nos han hablado ninguno del otro».
Del programa desvelan que «nos cambian las reglas del juego constantemente. Y los integrantes de nuestros equipos. Es una emoción constante, muy entretenido y divertido. Además, lo mejor es que nos dejan ser nosotros mismos».