Kiko Hernández ha roto su silencio. Está tan feliz con la llegada de sus hijas, que no se ha podido aguantar. Ha cumplido los 40, profesionalmente no le puede ir mejor -es el colaborador de 'Sálvame' más valorado, querido y deseado, según una encuesta de Sigma Dos- y pronto podrá desempeñar el papel de su vida: ser padre.
En la portada de esta semana de 'Diez Minutos' Kiko cuenta toda la verdad sobre su futura y esperada paternidad. «Estoy muy contento y con muchas ganas de que llegue el momento de tener en mis brazos a mis hijas. Nunca he hablado de mi vida privada, pero estoy tan feliz que necesitaba contarlo«, asegura.
El colaborador de 'Sálvame', que será padre por medio de un vientre de alquiler en EE.UU., afirma que ha sido «un proceso tan largo y costoso… es un parto gemelar y se puede adelantar un mes. Tenía que decirlo ya porque tendré que estar allí a finales de enero o principios de febrero».
Para las niñas que están en camino tiene una petición: «Que se parezcan a la madre, ¡por favor! La genética a la madre y la inteligencia al padre. La madre es guapísima, la vi en fotografía», admite. Además, confiesa que siempre ha tenido ganas de ser padre: «Hace 14 años ya tenía ganas de ser padre, pero hubiera sido una locura. Mi paternidad no es un capricho. Lo he meditado y he esperado el momento idóneo».
El parto está programado para el mes de marzo, aunque al ser gemelas puede ser que se pueda adelantar: «Ya me han dado ya fechas para el parto, que sería en marzo, pero como los partos gemelares se suelen adelantar un mes, pues iré antes. Y algo muy bonito, tengo comunicación con la gestante todas las semanas a través de 'Skype'. Es muy emocionante».
De la elección de la gestante aclara: «Es una elección mutua, es decir, ella también me eligió a mí. A través de 'Skype' me preguntó millones de cosas. Son mujeres maravillosas, que quieren ayudar a los demás y tienen una generosidad tremenda, porque no podemos olvidar que también es un riesgo para ellas…».
Kiko ya imagina cómo será el momento en el que vea por primera vez la cara de sus descendientes.»Me imagino que llorar y llorar y abrazarlas. Los bebés siempre me han dado cosilla por si se te caen o les haces daño al cogerlos».
Ana P. Cabrero