El cumpleaños de Tamara Falcó no ha pasado nada inadvertido este año. La hija de Isabel Preysler ha cumplido 35 años rodeada de unas personas con las que seguramente nadie la habría imaginado: el servicio de la casa de su madre. Falcó ha dejado a un lago el 'glamour' que normalmente la envuelve para pasar una rato distendido con aquellos que comparten su día a día en su hogar de Puerta de Hierro.
Ha sido ella misma la encargada de publicar, en su cuenta de Instagram, una imagen y un vídeo en el que comparte mesa y mantel en la cocina con su abuela materna, además de dos hombres y cuatro mujeres uniformados que brindaron sus mejores deseos a la bloguera y diseñadora.
Después del sencillo ágape, la simpática 'socialité' quiso soplar la tarta, un momento divertido ya que en vez de velas pusieron bengalas. Y en vez de pastel, un helado. Lo que sí tuvo al uso fue el tradicional cumpleaños feliz, que ella misma cantó a coro, tal y como refleja el vídeo publicado en la red.
Ésta no es la primera vez que Tamara hace pública la buena relación que mantiene con el servicio. En el 2014, Bety, una de sus empleadas del hogar acudió al programa 'Hay una cosa que te quiero decir' para darle una sorpresa a la joven. La empleada le dedicó unas emotivas palabras y le dio las gracias porque ella le había ayudado a «encontrar la paz interior» con la religión.
Hace unas semanas Tamara reaparecía ante los medios con una imagen que llamó la atención de los medios. Según relató ella misma, hace unos meses que le diagnosticaron hipotiroidismo, una enfermedad que le ha hecho ganar algunos kilos, aunque ella se lo toma con filosofía: «En un primer momento me agobió bastante pero luego he aprendido a amar las curvas femeninas».
Ana P. Cabrero