La Familia Real ha pasado un fin de semana de lo más divertido en las pistas de Astún, donde han disfrutado de la nieve y del esquí en un paraje espectacular. Para las infantas fue la primera vez que practicaban este deporte, una tradición en su familia paterna que se va transmitiendo de generación en generación.
Todos se hospedaron en el Hotel&Spa Real Villa Anayet, según informa Chance, un hotel de cuatro estrellas cuya habitación más grande tiene un precio mínimo por noche de 500 euros. Allí tuvieron un trato muy cercano con el personal, que aseguran que los cuatro miembros de la realeza fueron muy amables con ellos.
El director del lugar, Javier Polo, aseguró que se han comportado de lo más normal, y que de hecho han hablado durante el desayuno con el resto de huéspedes «con total normalidad y simpatía», como si fueran uno más, sin distinciones. Además de esquiar la familia aprovechó para dar una vuelta por Jaca y conocer el recinto histórico de Ciudadela.
Después comieron en el restaurante Las tres ranas donde degustaron el siguiente menú: una sopa castellana, unos huevos rotos, una ensalada y una parrillada de carnes variadas, todo ello acompañado de agua y vinos propios del Somontano. El propietario del restaurante, sorprendido por una visita de tanto peso, aseguró que la reserva de su mesa la hicieron hace bastante tiempo pero a nombre de otra persona.
Ana P. Cabrero