Una noticia horrible tiene atormentada a Kim Kardashian y a toda su familia. Ricky Anderson, primo de Kanye West, marido de Kim, perdía a su hijo de tan solo un año y cuatro meses de edad en unas circunstancias de lo más extrañas. El pequeño, que no presentaba signos de ninguna enfermedad o afección, fallecía mientras dormía en su cama. Este terrible suceso ha supuesto un duro varapalo para todos los seres queridos del niño, que siguen intentando asimilar lo sucedido.
Además, Kardashian siente una gran ansiedad cada noche ante la idea de que le puede suceder lo mismo a alguno de sus dos hijos. Así lo ha contado una fuente cercana a la socialite en conversación con 'Hollywood Life': “Kim está viviendo la muerte del sobrino de Kanye muy mal. El hecho de que un bebé pueda morir durmiendo la ha estremecido”, desvelan desde su entorno más cercano para contextualizar los motivos por los cuales ella no puede dormir bien por las noches, por miedo a encontrarse a sus hijos muertos por la mañana. Es por eso que ahora los pequeños duermen con ella en su habitación: «Kanye la ha apoyado con todo eso, pero también está impactado por la súbita muerte de Avery”, añaden.
El pequeño falleció el pasado 14 de marzo y días después era su padre el que daba a conocer la triste noticia a través de su perfil de Instagram: “Hoy es el peor día de mi vida. He perdido a mi pequeño hombrecito, pero al menos he ganado un ángel. Descansa en el paraíso. Te quiero mucho hijo”, escribía, destrozado.
Este duro trance se une al traumático robo que sufrió la estrella de la televisión estadounidense en París y a los problemas de estabilidad mental de su marido, que ya parece haberse recuperado por completo pese a los tristes sucesos que le han rodeado.
Ana P. Cabrero