María José Campanario está muy enfadada. Así lo ha demostrado en un vídeo que ha publicado en su cuenta de Instagram, en el que ha querido sentar bases y dejar las cosas claras a todos sus seguidores. La mujer de Jesulín de Ubrique ha querido confirmar, después de que algunas personas dijeran lo contrario y la acusaran de suplantación de identidad, que la cuenta que utiliza es su cuenta personal y que la gestiona ella misma.
Pero además ha querido aprovechar el momento y ha querido defender a la hermana de sus hijos, Andreíta, a la que una cuenta insultaba a través de su perfil: «La última persona que ha dudado de que esta cuenta fuese mía es una persona que se dedica a insultar a la hermana de mis hijos y a acusarme de un delito de suplantación de identidad. Grabo este vídeo para decirle a esa persona que todavía tiene tiempo de rectificar antes de que interponga una demanda contra ella”, cuenta en dicho vídeo.
También ha añadido un pequeño texto en el que, a través de hashtags, ha recalcado que Andrea no es su hija, «pero como si lo fuese»: “Para que no quede un mínimo de duda y para que (nombre del usuario) se entere de lo que tiene que hacer en vez de ir insultando a menores por ahí. #soyyo #alosniñosnoselestoca #noesmihijaperocomosilofuese #nomasbullying”, ha escrito María José.
Pese a que a lo largo de estos años ha demostrado que no tiene una buena relación con Belén Esteban, la madre de la joven, parece que éstas decidieron enterrar el hacha de guerra por sus hijos, que son hermanos entre ellos. En otro 'post' Campanario ha vuelto a destacar el cariño que tiene por la niña, que dentro de poco cumplirá 18 años y se irá a estudiar al extranjero: «Siempre defenderé a cualquier menor y más a una niña que es amor verdadero con un corazón que no le cabe. ¡Tenía que soltarlo!», apostilla.
Esta red social está siendo la vía de escape de la odontóloga en su dura enfermedad crónica. Por ello, también ha querido aprovechar la oportunidad para agradecer su apoyo a todos los que la defienden en su lucha contra la fibromialgia. «Un abrazo enorme. Sabéis que me ayudáis muchísimo».
Ana P. Cabrero