Isabel Pantoja ha vuelto a aparecer en un escenario después de unos meses de ausencias. La tonadillera se estrenó de nuevo en Bilbao en medio de toda la polémica que ha salpicado al matrimonio de su hijo, Kiko Rivera, que podría ver amenazada su estabilidad familiar por la existencia de un supuesto vídeo en el que se vería la infidelidad de Rivera a su actual mujer y madre de su hijo, Irene Rosales.
Más delgada y con un aspecto más saludable, Isable reapareció en las tablas del escenario como un ave Fénix y se atrevió a lucir hasta tres vestidos. Primero, uno negro con encaje amarillo de Alonso Cozar, el segundo en negro con estampado rojo, amarillo y verde diseñado por López de Santos y, por último, una bata de cola de Lina.
A pesar de todos los problemas familiares que está atravesando en estos momentos la tonadillera, Isabel se entregó a su público en uno de los conciertos menos exitosos de desde que volviera a los ruedos tras su paso por prisión. En total, en el evento se pudo ver a unas 6.000 personas de las 10.000 que permite el aforo.
La Pantoja quiso dedicar una de sus canciones más emotivas a sus tres nietos, como ya viene siendo costumbre. Ésta también mostró su lado más divertido y no tuvo ningún problema en hacer chistes relacionado con la cremallera de uno de sus vestidos.
A. Morea