Parecía que la salud del monarca mejoraba después de la carta llena de furia con la que en diciembre Ernesto le declaró la guerra a su hijo, Ernesto Augusto, por la venta del castillo de Marienburg, que incluso amenazaba con ir a los tribunales por control del castillo.
Sin embargo, el aún marido de Carolina de Mónaco ha recaído y le han tenido que ingresar hace unos días en una clínica austriaca, donde fue trasladado de urgencia en un helicóptero.
Según cuentan desde Alemania, los médicos le diagnosticaron una pancreatitis potencialmente mortal y tuvieron que operarle de urgencia. La misma enfermedad casi acaba con su vida en 2005, cuando, dos días antes de la muerte de Rainiero de Mónaco, Ernesto entró en coma etílico por una borrachera.
Aunque actualmente Hannover se recupera de la cirugía, sus allegados “están muy preocupados” por su vida, que cada día se encuentra más amenazada por sus continuos excesos con el alcohol.
En mayo del año pasado, el príncipe ya tuvo que ingresar en la misma clínica austriaca después de emborracharse en una fiesta. Se informó entonces de que su familia incluso pensaban inhabilitarlo, un tema que posiblemente vuelvan a considerar ahora dadas las intenciones del príncipe de llevar a los tribunales a su hijo, entorpeciendo así la venta del castillo. La tutela legal de Ernesto de Hannover, quedaría en ese caso en manos de su todavía esposa (se separaron en 2009, pero siguen casados), Carolina de Mónaco.
Redacción