jueves, noviembre 21, 2024
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La columna de Sobera

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Hace años, cuando empezaba en esto de la tele, acostumbraba a escuchar que en la televisión que hacíamos en España faltaba el espectáculo. Cuando uno indagaba, descubría que el espectáculo se basaba en el ritmo, en la realización diferente, en los contenidos sorprendentes, en la magia de la luz y el sonido, en la aparición de estrellas rutilantes o en aspectos por el estilo.

Los tiempos han cambiado. Ahora hay demasiadas cadenas, y pocos espectadores. El pastel publicitario demasiado repartido, y la necesidad de epatar, más que de divertir al público, se ha hecho más patente para garantizar la rentabilidad de las inversiones. La consecuencia es que hemos trasformado el concepto de espectáculo.

Ahora deberíamos hablar de morbo-espectáculo. Este es el concepto primario, que irá sucediéndose por el “escatoespectáculo” o el “sinescrúpulosespectáculo”. Hay que enganchar, y para ello todo vale. Este es ahora nuestro primer mandamiento. No es de extrañar así, que una reportera de informativos de Antena 3 ”dirija” a un grupo de personas que acaban de sufrir el derrumbamiento de sus hogares, para que exageren hasta la pantomima cuando el cámara grabe su entrada en su hogar, para así garantizar que hay tragedia. ¿Qué se miente?’, bueno, ¿y…qué? ¡Ay Dios mío, dios mío!, gritaban los pobrecillos siguiendo fielmente las instrucciones de la reportera.¡ Como para creer firmemente en la fidelidad de las noticias! Pero claro, todo se justifica por el espectáculo.

Por ello, cuando alguien se atreve a anteponer su vida personal al noble discurrir del hecho televisivo se le pone a parir sin ningún miramiento, Esto hizo el todopoderoso “Risto” en Operación Triunfo cuando tras el abandono de una concursante por la muerte de un familiar espetó al resto de los aspirantes a estrellas : ¿A alguien más se le ha muerto el canario?,Es como decirnos…. ¿alguien más quiere seguir el infame ejemplo de vuestra compañera que se ha ido a llorar a su casa la muerte de su mascota…?

Perdón, añado yo, quise decir pariente. Alucinante. Total falta de empatía, de respeto, de sensibilidad, de humanidad, y de educación. ¿Alguien se ha disculpado? ¿De verdad da igual la muerte de tu padre que la de tu canario? Si llego a saberlo antes no me tomo tanta molestia en llorar la muerte del mío. Qué forma de banalizar. Y qué valores tan formidables. ¡Ah bueno, que se me olvidaba que OT era un reality blanco y educativo, que persigue buenos valores!. Ya saben, dar oportunidades a quien se lo merezca, y cosas así.

Lógico que “Risto” se enfade si estos desagradecidos intentar acabar con la rutina del espectáculo. ¡Con lo que cuesta montar todo esto, por dios! Como en Antena 3, cuando llevan a un hombre como Andrés Pajares, santo y seña de la comicidad de nuestro país, notoriamente enfermo a ¿Donde estás corazón?, Los periodistas afilan sus garras…. No impide meterse con el su aspecto, su enfermedad…nada. Todos tienen un objetivo: hacer espectáculo. Así, lo humillan, lo zarandean, lo criminalizan, lo afean ante la opinión pública.

¿Qué está enfermo?, ¿Qué necesita ayuda?, No fastidien ahora con sus estúpidos escrúpulos, y vengan a cargarse el espectáculo. ¿Acaso no se dan cuenta que la vida real nos importa un bledo, y que sólo la telerealidad nos conmueve e inspira?

No me extraña nada, que luego halla agentes jurados en el metro, que en vez de velar por el cumplimiento de la ley, la infrinjan arreando palizas a los usuarios. Eso sí, grabándolo, para después teletrasmitirlo, porque si no, sería como si el fenómeno no existiera. ¿Se dan cuenta lo que hemos aprendido? Ya tenemos todos inculcado el sentido del espectáculo para nuestras anodinas y míseras vidas.

www.carlossobera.com

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