Dorothea Lange es una fotógrafo suficiente conocida y bastante valorada, todo el tiempo y de todos los modos. Su trabajo del retrato de la depresión americana, consecuencia del crack del año 29 del siglo pasado, ha sido sobradamente reproducido en muchos medios, fruto de su valor y de su calidad.
Se lo merece, el trabajo de Dorothea Lange (1895-1965) es el de una de las maestras de la fotografía documental hecha, precisamente en los momentos cruciales para la sociedad de su tiempo y para la evolución de la técnica y las narraciones de este medio artístico.
Y su trabajo para la agencia Farm Security Administration que buscaba evitar el desastre provocado por el desplazamiento de 300.000 campesinos sin tierras, sin trabajo y hambrientos, es paradigmático.
La New Deal contrató a fotógrafos como Lange y Walker Evans para que contaran lo que estaba pasando. Solo ella es responsable de 4.000 de los 17.000 contactos que existen en el Archivo de la Depresión en Washington.
Había comenzado fotografiando a los pobres que vivían en las calles de las ciudades (Nueva York y Chicago) como consecuencia del paro. Había empezado su trabajo de documentación con criterios artísticos, composiciones, encuadres, tomas, que se convirtieron enseguida en iconos gráficos del siglo XX. Siempre mantuvo esa voluntad en su trabajo del retrato social, documental, de lo que estaba pasando. También cuando se fue a los campos de Oklahoma y California.
Un ejemplo de ello fue la Migrant Mother. Una joven madre, prematuramente envejecida, de la que se exponen tres de las seis instantáneas que tomó la artista, es el vivo ejemplo de la derrota por culpa de la crisis, el paro, la falta de futuro, sin sueños, sin esperanza.
Ella entendió que los libros de fotos, que las fotos necesitan una explicación. Que su An American exodus. A record of human erosion (1939) al ir con textos hechos por su marido Paul Schuster Taylor, aportaban contextos y que las palabras puestas ‘negro sobre blanco’ evitaban la tentación de quedarse en una mirada vacía.
Contra la vacuidad había que luchar con las historias que no se veían en las instantáneas que nos podía hacer simples mirones. Y con esta aportación consiguió mejorar la fuerza de las imágenes.
En esta exposición en la Fundación ICO de Madrid, además de su trabajo más conocido, se presenta el dedicado al internamiento en campos de concentración a japoneses y descendientes de ellos cuando la Segunda Guerra Mundial y el ataque a Pearl Harburg en 1941. Merece detenerse en ella.
Aquí, una vez más, hay un camino abierto por Dorothea Lange, la de sacar a la luz cosas que otros quisieron ocultar vergonzosamente. De esta manera sabemos que ella fue una de las maestras del la fotografía documental. Larga vida a esta especialidad.
Dorothea Lange. Los años decisivos.
Fundación ICO Madrid.
Comisaria: María Rubio.
Calle Zorrilla 3.Tel.: 91 4201242 www. ico.es/web/contenidos
Hasta el día 26 de julio.