es un restaurante con la marca de ser un clásico de la capital, de Madrid. Tiene dos repartidos en la capital. Y funcionan bien, sobre todo el que está en la calle Príncipe de Vergara 204(el de la calle Zorrilla 7 es para políticos y los lobbystas)
En verano La Ancha de Príncipe de Vergara gracias a su terraza al aire libre se llena siempre. El interior mientras es tan soso, incluso feo, que solo se dedica a los que no encuentran sitio fuera.
Además de ser un ‘clásico’ su propuesta gastronómica es tradicional. Con mucho pescado ocupando la carta. Su precio es medio.
Por esa razón decidí probar la Corvina. No estaba nada mal esta prima de la lubina que antes, antiguamente, se utilizaba solo su cabeza para las sopas. A mi me gusta al estilo de Huelva, con patatas.
Pero hay más, conté hasta ocho pescados y llama la atención su atún al tartar, a demás de la merluza aderezada con salsa de txipirones, la… Tiene justa fama la dorada a la sal.
Lo que estaba por debajo de lo previsible son las guarniciones, poco afortunadas. Las cebollas las patatas, el pepino… Eso significa que ya no cuidan los detalles. Debe ser que llenan sin esforzarse.
Además tenemos que hablar de la merecida fama de su escalope. Ese filete empanado y rebozado que en general tan mala fama tiene por culpa de los bares de menú.
Bueno, este escalope se llama Armando. Es un trozo de carne blanda, bien macerada, enorme, como una sábana. Eso si se puede pedir uno más pequeñito(es un decir), un ‘armandito’, para quedar lleno y satisfecho.
Como a una le gusta compartir entrantes no debe faltar en el mantel la tortilla con almejas. Estas están bien, pero la salsa está mejor, y la tortilla (de patatas naturalmente) mucho mejor, con sabor, con gusto y para mi paladar algo sosa por culpa del punto de sal.
Si no las patatas paja en revuelto con boletus( aunque las eché de menos en la carta), si no la ensalada de cangrejo, si no…
En los postres tiene fama el helado de yogurt, cremoso, suave acompañado con una salsa de higos caliente. Una mezcla perfecta por el contraste.
El resto son cosas para pasar el rato, para pedir el café directamente, sin detenerse en el tercer plato. La excusa de llenarse no sirve en este restaurante, las raciones son generosas, muy abundantes, para hambrientos recalcitrantes.
Mi valoración es, al final y como conclusión después de la visita que hicimos el pasado día 1 de Julio, que La Ancha se ha dormido en los laureles. Se conforman con seguir llenando la terraza. Su fama le sirve para el negocio no para hacer cosas gastronómicas. Esto no es ni bueno ni malo sino todo lo contrario.
. Teléfono: 915 638 977
Calle del Príncipe de Vergara 204. Calle de Zorrilla 7.Madrid www.laancha.com