La Compañía Nacional de Danza dirigida por Nacho Duato ha presentado en Madrid Cobalto y Herrumbre. Las dos han sido coreografiadas por el director. La semana próxima presentará además Capter 10 coreografiada la pieza por Gustavo Ramírez. Lo hace en las Naves del Matadero, muy cerca de donde tienes la sede la Compañía.
Una pensaba que utilizarían el espacio y el entorno para potenciar el poder evocador de la danza contemporánea. No es así. Se ha limitado a reponerla. Cobalto se estrenó en el Teatro de La Zarzuela en marzo de este año. Herrumbre se estrenó en el Teatro del Liceo de Barcelona en el 2004.
es una cierta imagen de la pornografía con toques de misticismo obsceno. Todo es como si se evocara al ‘Ángel Caído’ por ser definida la coreografía como un acto bello, arrogante y celeste.
Donde se ve esta coreografía es en los paso a dos más que en el conjunto. Sobre todo con los bailarines blancos. Todo matizado como si de una suerte de simbología expresionista se tratara. La música es de Pedro Alcalde y Sergio Caballero, compositores de cabecera en los últimos tiempos de Duato y, además suena, con fuerza evocadora, un órgano que llama, impone, asusta y sugiere. Al igual que el baile al que sirve.
Este se sustenta en la energía vital, en los cuerpos en tensión. Las luce son oscuras, con los focos por debajo del 50% de luminosidad( tanto en Cobalto como en Herrumbre) para que la danza sea para el conjunto, no para los bailarines que han sido coreografiados (utilizados diría) para no destacar.
Así donde no hay teatro hay gesto y al final están los cuerpos.
es al igual que Cobalto es algo más de lo mismo que hace Nacho Duato desde hace veinte años. El tiene su público que le sigue con devoción e interés. A los nuevos espectadores no les sorprende como antaño a los que se iniciaban en los vericuetos de la danza. Quizás sea la hora del relevo.
tiene una estética metálica. Es un alegato contra la tortura y una reivindicación contra su uso por razones políticas. Las luces son blancas. El violonchelo suena y canta el lamento humano. Estos elementos son parte de la tensión dramática que juega a favor de esta coreografía.
Es una escenificación de los planos de trabajo de trabajo. Vemos la tortura físicamente, está representada. Es larga, quizás demasiado larga para que resulte eficaz en la danza y por eso son más interesantes las partes, algunas partes que el todo. Como son esos ocho bailarines militares que marchan en el escenario para dar miedo al personal y asustarles.
al acercarse a la tortura como extorsión tiene mucho de feísmo y es tétrico estéticamente hablando. Es normal y es una especie de tributo a la creación ya que hay que irse de lo conocido, por habitual, a lo desconocido.
Por eso, como la danza contemporánea es al fin y al cabo una ceremonia, se representa el memorial que se hace con velas en los lugares en los que se ha ejercido la violencia hasta producir la muerte.
Esta visita, hoy aquí, ahora en Madrid de la Compañía Nacional de Danza, es una visita convencional, un pasar con las cosas ya hechas como si fuera un compromiso que hay que cumplir. Y eso no está bien, es más, está mal. Madrid, es o debe serlo un lugar de referencia de la danza para los demás. En fin.
Compañía Nacional de Danza
9, 10, 11 y 12 de Julio. Herrumbre 9, 10,11 y 12 de Julio y 16, 17, 18 y 19 de Julio. Capter 10 ; 16, 17, 18 y 19 de Julio.
Coreografía de Nacho Duato
Música de Pedro Alcalde/Sergio Caballero. www.cndanza.mcu.es http://www.mataderomadrid.com/