miércoles, diciembre 4, 2024
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La reina en el palacio de las corrientes de aire

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Los best-sellers tienen una gran ventaja: la gente puede hablar de ellos sin haberlos leído. Aún más si el fenómeno alcanza gigantescas dimensiones como Los pilares de la tierra, El Código Da Vinci o la trilogía Millenium del sueco Stieg Larsson. Este mismo verano, la escritora Donna Leon hizo una crítica demoledora de los libros del sueco aunque reconocía no haber pasado de la mitad del primer libro.

Leon considera que Los hombres que no amaban a las mujeres es un libro duro e inmoral. Lo primero es cierto: la trilogía al completo es un crudo retrato de una sociedad donde menudea la violencia en cualquier estrato sociocultural. Pero si Larsson consigue algo con sus tres novelas es rescatar la lucha de los morales, los buenos, contra los amorales, los malos. Lisbeth Salander, protagonista, genial creación, posee un código ético propio, diferente, pero precisamente por su carácter montaraz, implacable, asocial pero tenebrosamente moral se puede considerar ya como la más perfecta y representativa heroína del siglo que la ha visto nacer.

es la novela que cierra la ya famosísima trilogía sueca. A Larsson no le dio tiempo a escribir mucho más antes de fallecer de un infarto. Este libro no es más que la continuación de la segunda parte, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Las dos forman una novela de más de mil seiscientas páginas. Sus tramas están tan unidas que no pueden considerarse por separado.

Como en toda la saga, esta tercera entrega está llena de buenos reportajes periodísticos y escenas de acción trepidante escritas por un narrador puro, certero, de esos a los que nunca sobra una palabra. El secreto del éxito de Larsson es que su prosa se lee con enorme facilidad, con deleite, y uno se entretiene muchísimo mientras no deja de pasar páginas.

Pero, a mi entender, en la saga Millenium hay mucho más. Sus personajes son creaciones magníficas que responden perfectamente a las nuevas cuitas de la sociedad del siglo XXI. Los dos protagonistas, Salander y Mikael Blomkvist, son personajes frescos, diferentes a los de hace 50 años pero completamente creíbles en estos tiempos que vivimos. Son atractivos mas criticables, fascinantes mas imperfectos, siempre morales.

El gran defecto de esta última novela es que Larsson presenta a muchos nuevos personajes, con lo que se difuminan algunos buenos secundarios de la segunda parte. Y eso hace que la novela a veces pierda algo de interés. Sobre todo porque el personaje de Salander continúa creciendo sin respiro, fagocitando incluso a Blomkvist. Cuando la trama se centra en la chica, la intensidad dramática se eleva a niveles insospechados. Millenium, aparte de maravillosamente legible, es sobresaliente porque quizás haya conseguido regalar al mundo el primer gran personaje literario del nuevo milenio: Lisbeth Salander, una hacker agresiva con mucho de sociópata que, no obstante, aprende a relacionarse con la gente que la rodea y termina apreciándola. Los nombres inmortales de la literatura casi nunca son perfectos, jamás corrientes.

La reina en el palacio de las corrientes de aire

Stieg Larsson

Destino 2009. Colección Áncora y Delfín: 864. 22,5 euros www.edestino.es/fichalibro.aspx?IdPack=2&IdPildora=565

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