es la esencia de la música popular española. Suena igual que el Himno a la Alegría y ha transcendido desde su Valencia inicial a todo el mundo mundial. Su compositor, Gustavo Pascual Falcó (1909-1946) hubiera cumplido este año los cien años.
El pasodoble Paquito el chocolatero ha vivido varias vidas hasta llegar hasta nosotros desde su composición inicial en 1941.
Primero fue elegido como marcha de la fiesta de los Moros y Cristianos al ser la melodía estandarte musical de los almogávares. Fue en los años setenta. Y sirve lo mismo para una de las bandas de música de la Comunidad Valenciana que para una de las charangas que suena en las fiestas del barrio más alejado.
Siguió después con el aggiornamento de las Fallas de Valencia capital que quiso recuperar a las bandas de música al mismo tiempo que se reinventaba a si misma como celebración y olvidar en ellas a las marciales cornetas y tambores.
se incrustó en el repertorio con otras melodías como es el Disco Samba, el AmparitoRoca y El Africano del rey de la canción del verano español que era George Dann.
Su tercera vida fue cuando se convirtió en el final de las fiestas populares, en el final de la verbena y en el inicio de la suelta de las vaquillas de las Fiestas Mayores de los pueblos del Mediterráneo español. Aquí superó a la Macarena, al Qué viva España y a la impensable melodía que superó con creces que es La Conga.
El cuarto tiempo de Paquito el chocolatero lo consigue King África, aquel cantante argentino que fue rey del karaoke, que lo popularizó en el año 2005 y la convirtió en canción de karaoke dándole otros vuelos. También hay una bella versión posterior de Carmen París.
El quinto y último momento hasta ahora llegó en el año 2006 cuando se convirtió en melodía de la cerveza San Miguel. La compañía publicitaria Tapsa la utilizó para la campaña de verano de la bebida rubia.
Hoy en el centenario de su autor la Organización Nacional de Ciegos (ONCE) imprimirá su cara en uno de los billetes de su lotería.
La Sociedad General de Autores y Editores SGAE) celebrará un simposio dedicado a su figura en el pueblo natal del autor Cocentaina (Alicante). Así sabremos todos que Gustavo Pascual Falcó fue un virtuoso del clarinete con el que entró en la banda de música de su pueblo con tan solo diez años. Después se dedicó al violonchelo.
En 1937 fue nombrado subdirector de la Unión Musical Contestana que en 1942 presidió. Gustavo Pascual Falcó compuso también los pasodobles El berebere, Consuelito, Pérez y Emilio El Chato, las marchas moras Al Peu del Castell y Un Moret Plorant entre otras.
ha sido desde el año 2001 hasta el 2008 ininterrumpidamente la pieza musical más interpretada seguida de los pasodobles Viva el Pasodoble, Islas Canarias y Amparito Roca. En el año 2007 hubo que esperar al puesto quinto para ver la primera canción pop (de popular) fue de Joaquín Sabina Y dieron las diez.